Río de Janeiro — Sir Bradley Wiggins, ganador del Tour en 2012, se convirtió en leyenda viva del deporte británico y mundial al ser decisivo en el triunfo del equipo de persecución en los Juegos de Río con récord mundial incluido y convertirse en el deportista más laureado de su país en los Juegos. Wiggins tuvo sus inicios en pista, pero la gloria le llegó inicialmente en la ruta, con un Tour de Francia (2012) y un Mundial contrarreloj (2014) como principales logros. No obstante, nunca olvidó los velódromos y en ellos ha desplegado quizá su mejor versión y el absoluto estrellato.
Este viernes consiguió en el velódromo del Parque Olímpico de Río su quinto oro en los Juegos y con un total de ocho podios (también tiene una plata y dos bronces) se convirtió en el británico con más medallas de la historia. Junto a Edward Clancy, Steven Burke y Owain Doull volvió a coronarse con el dorado metal. El cuarteto de persecución, además, batió por dos veces el récord del mundo. En la segunda serie pararon el crono en 3:50.570, con el que mejoraron los 3:51.659 que lograron hace cuatro años en Londres. Y no contentos con ello, en la final ante Australia lo rebajaron hasta 3:50.265 para revalidar el título olímpico ante un conjunto 'aussie' que plantó seria batalla y fue por delante hasta prácticamente el último kilómetro.
Con estas ocho medallas, Wiggins, nacido el 28 de abril de 1980 en Gante (Bélgica), supera a Chris Hoy, también rey del velódromo hasta su retirada, aunque en su caso logró seis oros y una plata. En tercer lugar del ránking de multimedallistas británicos queda el remero Steve Redgrave, con cinco oros y un bronce, y cuartos son el regatista Ben Ainslie y el también ciclista Jason Kenny con cuatro triunfos y una plata. La victoria en Río 2016 supone para Gran Bretaña su tercer título seguido en esta prueba, con lo que iguala la gesta que logró entre 1952 y 1960 Italia, que consiguió cuatro oros seguidos entre 1920 y 1932.
Dinamarca venció a Nueva Zelanda en la lucha por el bronce y consiguió su cuarta medalla en esta prueba y la primera desde que fue subcampeona en Pekín 2008. La segunda jornada del ciclismo en pista ofreció la primera victoria de China en un velódromo olímpico, en su caso en velocidad femenina. Jinjie Gong y Tianshi Zhong, campeonas mundiales en 2015, comenzaron con récord olímpico en la serie clasificatoria (32.305) y en la segunda ronda, en la que se enfrentaron a las españolas Tania Calvo y Helena Casas, batieron el récord mundial con un tiempo de 31.928. En la final confirmaron su dominio. No mejoraron la plusmarca, al cubrir la prueba en 32.107, pero le dio para superar a Rusia (32.401). El bronce fue para Alemania, que con 32.636 venció a Australia (32.658).
AP