RIO DE JANEIRO – Seguro de la victoria, desaceleró hacia el final. Cuando vio que se le acercaba un rival, apuró el paso lo suficiente como pare terminar por delante y cruzó la meta haciéndole un gesto a su intrépido contrincante con un dedo, como diciéndole "ni se te ocurra que me vas a pasar". No le quepa la menor duda: si corre Usain Bolt, hay espectáculo. No importa si es una final o una preliminar. El jamaiquino ganó el miércoles su semifinal de los 200 metros tras rechazar una embestida del canadiense Andre de Grasse.
Bolt, que ya se alzó con el oro en los 100 y ahora va por el de los 200 y el relevo de 4×100 en busca de un tercer triplete seguido que nadie ha conseguido, tomó decididamente la punta y se encaminaba a una victoria fácil. Como es su costumbre, miró hacia los costados y al ver que no tenía a nadie cerca levantó el pie del acelerador. Cerca de la llegada, no obstante, vio que de Grasse se le venía encima y cambió de marcha nuevamente, asegurándose de que llegaba primero. Cruzó la meta riéndose ante la osadía del canadiense. No fue una burla fea, sino un gesto simpático que hizo reír hasta a de Grasse.
"Fue innecesario lo que hizo. No sé qué quería hacer", declaró Bolt. "Es un chico joven, un gran muchacho". La única medalla de oro dirimida en la rama masculina se la llevó el keniano Conseslus Kipruto en los 3.000 metros con obstáculos.
Entre las mujeres, la jamaiquina Elaine Thompson sorprendió a la holandesa Dafne Schippers y se quedó con el oro en los 200, la estadounidense Tiana Bartoletta trunfó en el salto en largo y las norteamericanas Brianna Rollins, Nia Ali y Kristi Castlin arrasaron con las tres presas de los 100 con vallas.
Estados Unidos lidera el cuadro de medallas del atletismo con cinco de oro y 19 en total. Kenia y Jamaica suman cuatro preseas doradas cada uno. Thompson, que ya había ganado los 100, salió como una bala y sacó ventajas que Schippers no pudo descontar. Se impuso en 21.78 segundos, con diez centésimas de ventaja sobre la holandesa, que se tuvo que conformar con la medalla de plata. El bronce fue para la estadounidense Tori Bowie.
La jamaiquina tiene por delante un relevo todavía. "Esto es una gran sorpresa para mí porque tenía una lesión muscular. Pero hay que superar estas cosas. Ganarle a Dafne no es fácil", dijo Thompson. "No estoy contenta con la plata. Vine por el oro", declaró visiblemente frustrada Schipers. "Me le acerqué y creí que podía pasarle, pero al final me derrumbé. No sé bien qué pasó, porque estaba bien preparada". En los 100 con vallas Rollins lideró de punta a punta, seguida por Ali. Castlin vino de atrás y superó por dos centésimas a la británica Cindy Ofili, que llegó cuarta. Bartoletta se alzó con el oro del salto en largo con un brinco de 7.17 metros y escasos dos centímetros de ventaja sobre la estadounidense Britney Risse, que se quedó con la plata. La serbia Ivana Spanovic se quedó con el bronce.
Bajo temperaturas de 36 grados Centígrado (97 Fahreinheit), Kipruto, de 21 años, impuso un récord olímpico al superar a su compatriota y dos veces campeón olímpico Ezekiel Kemboi, asegurando el noveno oro consecutivo para Kenia en la prueba. Originalmente, Kemboi había ganado el bronce, pero se le descalificó. Un miembro del jurado determinó que Kemboi, de 34 años, se salió de la pista luego de brincar el obstáculo de agua. La decisión se tomó luego de una protesta del equipo francés. Se concedió el bronce a Mahidenine Mekhissi, de Francia, quien había llegado cuarto. Después de la competición, Kemboi anunció su retiro. El dominio de Kipruto fue tal que empezó a celebrar antes de llegar a la recta final.
Al superar el último obstáculo, miró hacia atrás para confirmar si alguien lo perseguía. No había nadie, así que levantó los brazos y cruzó la meta con un festejo digno de Bolt. "Miré la pantalla, vi que estaba lejos, que nadie me iba a alcanzar, así que empecé a festejar", dijo. Fue su primer oro olímpico, después de lograr dos platas en el pasado mundial.
El estadounidense Evan Jager se quedó con la plata. En el decatlón, la pregunta no es quién vencerá a Eaton, sino si seguirá rompiendo récords. Eaton no fue el más veloz en los 100 metros, la prueba que ganó el canadiense Damian Warner con un récord olímpico de 10.3 segundos. El estadounidense de inmediato recuperó la delantera en el salto largo con un brinco de 7,94 metros, y la extendió con el lanzamiento de la bala. Después de tres eventos, tenía 2.803 puntos, y una ventaja de 95 sobre Warner.
AP