NUEVA YORK – Keith “One Time” Thurman tiene un solo objetivo en su carrera: unificar los títulos de la categoría welter y que lo tengan en consideración para unos anuncios en la televisión. Tras despedirse del Barclays Center la noche del sábado con una cerrada victoria por decisión unánime ante su contrincante, Shawn “Showtime” Porter, el campeón de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) hizo un llamado por el púgil de ascendencia puertorriqueña, Danny García, el monarca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Lo único que podría impedir su anhelo es el compromiso obligatorio del organismo que representa, que pues ha dejado claro que tendrá que enfrentar al ruso David Avanesyan, el campeón interino. “Quiero a Danny García. Quiero más que un cetro”, insistía el pugilista de 27 años segundos antes de que repente se elevaba el volumen de unos de los televisores colocados en la sala de conferencias mientras justamente salía al aire una publicidad de automóviles.
“Amo el boxeo. Me encanta como el mundo funciona y voy a comentar sobre esta pequeña obligatoria”, prosiguió “One Time” en la rueda de prensa, que se llevó a cabo tras la conclusión de una pelea ante 12,718 aficionados, que sin lugar a dudas podría ser considerada como el pleito del 2016. “Si tengo que tomar esta defensa obligatoria, tengo que tomarla.
Así que hay puntos durante el tramo de la carrera de un púgil que uno no recibe lo que quiere. Pero en mi corazón quiero una oportunidad para enfrentar a Danny “Swift” García”. Thurman, que recibió el apoyo en las cartas de los tres jueces, 115-113, además tiene la opción de enfrentar a Jesse Vargas, monarca de la Organización Mundial de Boxeo o el británico Kell Brook, campeón de la Federación Internacional de Boxeo.
De pronto prefiere a García, un invicto de 32 combates, pero por el drama que estimula si el nativo de Filadelfia acepta. “Lo digo de esta manera, Robert Guerrero, un dúo padre e hijo, me deshice de ellos”, exclamó Thurman, en lo que respecta a la victoria que en marzo de 2015 obtuvo ante el púgil de ascendencia mexicana, quien fue entrenado por su padre, Rubén. “Kenny Porter, Shawn Porter, un dúo padre e hijo, me deshice de ellos.
Si eres el regalón de papá, ven a verme niño. Vamos hombre, tengo esto”. Thurman, que no había boxeado en casi un año, no pudo ofrecer una exacta razón por la cual no pudo noquear y deshacerse rápidamente de Porter como lo había hecho en su última pelea contra el neoyorquino de ascendencia boricua, Luis Collazo, el pasado 11 de julio de 2015.
En una noche en la cual su pelea fue la primera estelar televisada por CBS en horas de audiencia desde el 15 de febrero de 1978, cuando Muhammad Ali fue sorprendido con una derrota en 15 asaltos por decisión dividida ante Leon Spinks, Thurman entonces empleó una de las grandes técnicas que utilizó la leyenda, “marear contra las cuerdas” a su rival.
Thurman se inclino a esa táctica, poco a poco cansando a Porter, que fue agresivo desde el inicio de pleito. Para un día poder convertirse en el rey de su propia división, tal como lo fue Ali, Thurman mantiene vivo su capricho de enfrentar a quien sea, y para él será nadie menos que García para hacer una realidad el sueño de unificar la división de las 147 libras y posicionarse en la cima del peso welter como lo estuvo Mayweather ante de colgar sus guantes.
“Uno tiene que viajar por tren. Mayweather no se convirtió en Mayweather durante la noche”, indicó Thurman. “Creo que un cambio importante en la carrera de Mayweather fue cuando venció a Oscar De La Hoya y luego continuamente tuvo grandes peleas después de eso. Nunca fue una pelea que hizo Mayweather. No podía ser una pelea que crea a Keith Thurman. Es la continuación de pelear a este nivel, en este pedigrí y quedar en la cima”.
Por Adry Torres, ESPN