BARCELONA — El Barcelona suma ya 168 goles esta temporada de los que 127 se los reparte la MSN, que participó este domingo en los cinco marcados al Espanyol y a la hora definitiva demostró el ascendente que tiene en el campeón. Messi marcó el primero y sirvió el segundo a Suárez, quien marcó el tercero y asistió en el quinto a Neymar, que fue quien disparó en el cuarto para que el error de Pau lo aprovechase Rafinha. Pero hubo un jugador por encima de todos que merecería los elogios del partido y hasta de la temporada. Messi anotó su séptimo gol de falta de la temporada, suma 16 en 25 partidos ante el Espanyol y fue el autor del gol 100 en el Camp Nou. No podía ser otro que el argentino quien dirigiera el remonte del Barcelona después de la crisis que atravesó y que, expulsándole de la Champions, puso en peligro el título de Liga.
En las cuatro últimas jornadas el equipo azulgrana ha sumado 21 dianas sin encajar ninguno, con una impresionante racha de su Tridente, que ha acompañado la mejora del equipo convirtiéndola en goles. Suárez suma 11 dianas por tres de Messi y de Neymar que se contemplan a estas alturas poco menos que definitivas en la suerte del campeonato.
Más aún teniendo en cuenta que el Granada, que como se esperaba ganó a un Sevilla que no se jugaba nada, llegará a la última jornada ya salvado de cualquier peligro. Como si fuera un último homenaje a Johan Cruyff el Barça de Luis Enrique, quien lanzó una proclama sentida en recuerdo a “mi amigo Pep Guardiola”, llegará a la última jornada para conquistar el título y sumarse a los entrenadores que, antes que él, enlazaron más de un título. Sucesor de Pep, de Rijkaard, Van Gaal, Helenio Herrera, Daucik y Fernández, Luis Enrique debería ser el séptimo entrenador en cumplir esa historia ganador en la Liga.
Nada hace pensar, ahora mismo, que el Barcelona sea capaz de fallar en Granada. Se despertó a tiempo para defender ‘Su Liga’ y se apoyó en la incuestionable capacidad de la MSN. Messi, Suárez y Neymar. Los mosqueteros que dirigieron a todo un Barcelona a una última batalla por la Liga.
Por Jordi Blanco, ESPN