CHICAGO – José Abreu terminó el juego de los Medias Blancas del 25 de abril bateando .176, luego de irse en blanco en tres turnos en Toronto. Pero el martes por la noche, el cubano vio su promedio subir hasta .252 después de una victoria de Chicago sobre Boston en el U.S. Cellular Field. El auge se debe a cinco partidos consecutivos con dos hits o más-incluyendo un triple, un doble y tres empujadas el martes-y una racha de siete encuentros al hilo con al menos un imparable, seis de los cuales han sido de dos indiscutibles o más. Y en sus últimos 10 choques, Abreu lleva 10 impulsadas. Con todo y su mal arranque de la temporada, Abreu tenía motivo para no alterarse más de la cuenta.
"Nosotros tuvimos muy buen mes", dijo Abreu. "A nivel ofensivo, no fue mi mejor mes, pero estuve contento por el equipo. El equipo es lo que más importa". Agregó el manager de los Medias Blancas, Robin Ventura: "Es su momento. Aun en las prácticas de bateo, suenan mejor (los batazos). Mucho se ha dicho sobre su lento inicio, pero eso podría deberse al frío, no sé. "Ahora bien, todo se ve mejor y suena mejor. Sabíamos que eso iba a llegar".
Una cualidad clave de Abreu, además de su inmenso talento natural, es el hecho de seguir con una rutina estricta sin importar los resultados. Y el cubano no iba a cambiar nada, pese a su comienzo del año sin mucha producción. En vez de eso, Abreu siguió estudiando a los lanzadores contrarios y halló un defecto en su bateo. "Me di cuenta de que les estaba haciendo swing a demasiados pitcheos fuera de la zona de strike", dijo Abreu. "Ahora, tengo mejor reconocimiento de la zona de strike y los pitcheos a los que tengo que dar swing. Eso es lo que vengo haciendo, el ajuste que he hecho en mis turnos".
En abril, se le preguntó a Abreu sobre una falta de contacto sólido, el mismo al que se había acostumbrado la fanaticada de los Medias Blancas. El toletero simplemente sonreía en esos momentos, sabiendo que vendrían días mejores. Y claro, los días de abril no fueron tan malos al estar jugando Abreu con un equipo puntero.
"Simplemente trato de ser el mejor pelotero posible todos los días", dijo Abreu. "Este es un deporte difícil y eso lo sé. No me gustar estar muy cómodo, porque sé que el próximo juego probablemente sea difícil. Por eso trabajo duro todos los días para rendir lo más posible". De su parte, Ventura ve con buenos ojos el aumento en la producción de una de sus piezas clave. "Es buena señal para nosotros", dijo el manager. "José está empezando a dar buenos swings".
Por Scott Merkin / MLB.com