La historia del futbol mundial guarda un lugar especial para el alemán, Lothar Matthaus, por su liderazgo y presencia en el medio campo, al grado que el astro argentino Diego Armando Maradona lo reconoció como “el mejor rival al que se haya enfrentado”.
Con motivo de su cumpleaños 55, ESPN Digital recuerda al futbolista alemán, que iniciara su carrera profesional en la Bundesliga con el conjunto del Borussia Monchengladbach, allá por 1979. Posteriormente pasó a las filas del Bayern Múnich donde fue un símbolo. Matthaus fue el primer jugador internacional que igualó al mexicano Antonio ‘La Tota’ Carbajal, con cinco mundiales de futbol disputados.
Debutó con la selección de Alemania Occidental en 1980, posteriormente participó en los Mundiales de España 1982, México 1986, Italia 1990, Estados Unidos 1994 y Francia 1998. Tomó parte en 25 partidos en Copas del Mundo con Alemania en los que marcó cinco goles. Tras ser derrotados en la final de 1986 contra Argentina, Matthaus, como el capitán de la selección de Alemania, cobró una dulce venganza en la edición de 1990.
Matthaus jugó un total de 150 encuentros con la selección de Alemania [80 con Alemania Occidental y 70 con Alemania unificada], en los que anotó 23 goles. La llegada al Inter de Milan significó el despegue total en la trayectoria de Matthaus al ganar la liga y la copa de Italia. En 1991 se coronaría campeón de la Copa de la UEFA (hoy, Europa League) tras derrotar al AS Roma y ser elegido por la FIFA como "El Jugador del Año".
Para la temporada de 1992, Matthaus regresó al Bayern Múnich, donde siguió conquistado títulos; sin embargo en 1999 se quedó a la orilla de alzar el trofeo como el campeón de clubes de Europa, tras perder la final de la Champions League ante Manchester United en el Camp Nou. Tal y como le ocurriera en 1987 ante el Porto, el Bayer de Matthaus perdía nuevamente el duelo final. Pero dos años más tarde, ya con Matthaus retirado, Bayer Múnich finalmente se coronaba como campeón de la Champions League.
Tras colgar los botines, el germano probó suerte como entrenador de futbol, aunque en realidad no ha tenido la misma fortuna que como jugador. Tuvo a su cargo la selección de Hungría para la eliminatoria mundialista del 2006, donde sumó cuatro victorias, cuatro derrotas y dos empates.
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