BARCELONA — Lionel Messi, al natural, en una amplia entrevista concedida a la cadena egipcia MBC, restó trascendencia a la rivalidad que mantiene "porque son otros los que nos comparan" con Cristiano Ronaldo, convino, con el Clásico en puertas, que el Real Madrid "es un club muy grande", y habló sin tapujos de Rijkaard, de su futuro y de su Barcelona. "Siempre he dicho que las comparaciones son cosa de la prensa, que hace temas a partir de lo conseguido por uno y otro… Ese tipo de cosas", explicó el astro argentino, quien dejó claro que él permanece ajeno a todo ello.
"No me comparo con Cristiano ni con nadie… Yo solo intento pensar en mí y en mis compañeros", proclamó. De su relación con el futbolista portugués, Messi habló con sinceridad: "Nos conocemos de los partidos, no personalmente. No nos vemos fuera del campo como para mantener una relación… Pero no es por nada en especial. Simplemente él está en otro equipo y nos vemos cada vez que jugamos. Nada más".
"Cuando ha ganado lo ha merecido. Votan los seleccionadores, jugadores… Se acepta el ganador", sentenció Messi ante la pregunta de los Balones de Oro logrados por Cristiano Ronaldo. "Siempre he tratado de seguir adelante sin engañar al árbitro. Desde chico fue mi forma de jugar", se sonrió al contestar acerca de su poca afición a dejarse caer en el campo, destacando que su forma de reaccionar, fría, "es mi manera de ser. Puede haber situaciones en las que en caliente uno reaccione mal, pero es que las faltas forman parte de este deporte y yo siempre he sido así al jugar al futbol".
"El Madrid es un club muy grande y con mucha historia, con grandes jugadores y es normal la pelea que tenemos", afirmó Messi al hablar del club merengue. "Somos dos de los clubes más grandes del mundo y siempre es un rival complicado", convino para restar un papel de favorito en el cara a cara. "Se hace difícil ganar la Liga porque peleamos con ellos y hay mucha competencia", aseveró el '10', reafirmando en que su pensamiento intenta centrarlo en el Barcelona: "Nosotros tratamos de hacerlo mejor".
"Todos pensamos lo mismo en el vestuario. Da igual quién marque los goles… Lo que importa es el equipo", sentenció con una sonrisa pícara antes de recordar a Rijkaard como su entrenador más especial en el futbol profesional. "Todos los entrenadores que he tenido me han enseñado, pero sí, quizá el más importante fue Rijkaard porque si él no hubiese confiado en mí y no me hubiera puesto en el primer equipo cuando lo hizo, quizá no hubiera llegado", explicó al referirse al técnico holandés con el que debutó hace más de una década.
EL ÉXITO COLECTIVO Y EL FUTURO
"Estamos en un deporte colectivo y cada año nos planteamos objetivos comunes", destacó la Pulga al referirse a su rol en el Barcelona, dejando claro que, para él, el éxito del equipo es el suyo porque "si a uno le va bien y al equipo no, no sirve de nada. El grupo siempre tiene que estar por delante del individuo".
"Todos pensamos lo mismo en el vestuario. Da igual quién marque los goles… Lo que importa es el equipo", sentenció con una sonrisa pícara antes de recordar a Rijkaard como su entrenador más especial en el futbol profesional. "Todos los entrenadores que he tenido me han enseñado, pero sí, quizá el más importante fue Rijkaard porque si él no hubiese confiado en mí y no me hubiera puesto en el primer equipo cuando lo hizo, quizá no hubiera llegado", explicó al referirse al técnico holandés con el que debutó hace más de una década.
"Siempre digo que fue una persona muy importante. Confió en mí y me puso en el momento oportuno", comentó para referirse después a sus compañeros de vestuario. "Me llevo bien con todos", insistió, recordando que con varios de ellos "nos conocemos desde hace mucho tiempo y no hace falta ni mirarnos para saber qué hará el otro". ¿Y el futuro? "Me gusta el futbol inglés, el italiano… Sigo los grandes partidos", admitió Leo, dando la imagen de ser un tipo interesado por el futbol internacional, pero cortando inmediatamente interpretaciones interesadas: "Pero como ya dije mi intención es seguir muchos años en el Barça y retirarme aquí".
Entre risas, por si acaso, dejó escapar la frase habitual: "Espero que sea así y no tenga que cambiar, porque en futbol nunca se sabe… Las cosas pueden cambiar de un día para otro".
Fuera del campo, alejado de los focos, Messi aseguró ser un tipo "tranquilo. Como viajamos tanto por el futbol, soy más de estar en casa que de salir y me gusta estar con mi familia cuando no jugamos para aprovechar y hacer cosas juntos". Aunque ni en esas circunstancias puede olvidar quién es. "Me gusta descansar porque hay que estar bien para el siguiente partido", proclamó, reconociendo que come con moderación aunque "me gusta mucho el asado y la pasta". "Thiago elegirá lo que quiera hacer y lo que más le guste", sentenció al ser preguntado por la posibilidad de que su hijo siguiera sus pasos. "Le gusta chutar, pero es muy chico aún", convino.
De chico, de cuando lo era él, mantiene un recuerdo vago del tratamiento hormonal que recibió en Barcelona. "La verdad es que personalmente no lo entendí porque era muy chico. Obviamente mi familia hizo lo posible para que pudiera hacerlo pero como digo para mí era algo rutinario: cada noche tenía que ponerme una inyección y lo tenía asimilado. Siempre seguí los consejos del médico y pude hacer una vida totalmente normal", declaro.
Por Jordi Blanco | ESPN