BARCELONA — El Barcelona de nunca jamás, el equipo capaz de agotar adjetivos y que cabalga a toda velocidad en busca de todos los records que se le pongan por delante, aplastó al Getafe en una nueva exhibición de fútbol. Y en una nueva clase maestra de Leo Messi. Goleador, asistente y 'fallapenales' (para que nada falte), Messi volvió a regalar una exhibición futbolística.
Envidiable en la visión, inigualable en la conducción, soberbio en el pase y magistral en el remate, a cada partido que pasa Leo aumenta una pizca esa consideración de número uno. Ya son 37 partidos invicto, ya son 12 victorias consecutivas en la Liga y ya es una jornada menos para confirmar un título del que nadie duda.
Después de una semana en la que el presidente del Getafe devolvió al plano con un dudoso gusto lo sucedido en el partido de ida, manteniendo su acusación contra los futbolistas del Barça de haber ensuciado con pinturas el vestuario del Coliseum, esos futbolistas, que en su día le contestaron a través de una nota pública, acribillaron sin ninguna piedad al conjunto madrileño. Mientras Ángel Torres, con el semblante serio y como si la cosa no fuera con él, miraba como si nada desde el Palco del Camp Nou, en el césped el equipo de Luis Enrique masacraba a su equipo con una furia futbolística se diría que hasta extraña.
El Barça ganó por 6-0 pero pudo haber marcado diez goles. Y no es una exageración. El Getafe, cuyo primer disparo a puerta no llegó hasta el minuto 67, se fue al descanso perdiendo por 4-0 después de que Messi fallase un penalti, Guaita salvase dos disparos envenenados y la madera escupiese otros dos. En modo aplastamiento pero con una suavidad tan mentirosa como macabra, los futbolistas del Barcelona le dejaron claro al presidente del Getafe que nunca debió jugar con su honorabilidad.
EL ÚNICO
Al frente de todo, claro, se dibujó indiscutible, una vez más, la figura de Leo Messi, principio y final de este Barça superlativo. Poco después de que Rodríguez se marcase en propia puerta el 1-0 falló un penalti, el sexto de la temporada errado por el equipo azulgrana… Y decidió ponerse su mejor vestido futbolístico. Furioso, se supone, por ese nuevo error desde los 11 metros, Messi abandonó la discreción del inicio de partido y se convirtió en el auténtico protagonista de la goleada.
Asistió a Munir en el 2-0 y a Neymar en el 3-0. Y marcó el 4-0 para descansar tras una primera mitad de auténtico escándalo en la que el Barcelona pudo haber marcado fácilmente siete goles. El ritmo de la segunda mitad descendió de manera tan lógica como salvadora para ese Getafe que presentándose en el Camp Nou después de sumar un punto tras ocho derrotas ya podía temer la que se le venía encima.
En seis minutos, entre el 51 y el 57, el campeón marcó otros dos goles para el doblete de Neymar, con triplete de asistencias de Messi, y una chilena fantástica de Arda que provocaron la pleitesía general de los más de 87 mil espectadores que asistieron al Camp Nou y saludaron el festival de su equipo haciendo la ola. Tres puntos más y una jornada menos. La Liga está, dicen en Barcelona, ganada. Ahora llaman la atención los records.
Por Jordi Blanco. ESPN