WASHINGTON – Luego de una desafinada actuación ante los New York Knicks la noche del domingo en la cual Stephen Curry encestó solamente 5 de 17 tiros, el estelar de los Golden State Warriors utilizó los próximos dos días para meditar, descansar y nivelarse un poco. Le funcionó. El mago de los actuales campeones disfrutó de una noche magistral en el Verizon Center contra los Washington Wizards la noche del miércoles, anotando 25 de sus 51 puntos en el primer periodo y logró 11 triples – quedando a uno del récord de la NBA – para apuntar la octava victoria al hilo de Golden State por marcador de 134-121. Curry, que en la noche de Halloween, cuando apenas celebraba su tercer partido de esta campaña con 53 puntos antes los New Orleans Pelicans, admitió que tenía detrás de su mente el número mágico de 12 triples que logró Kobe Bryant en enero de 2003. No obstante, pensó en las consecuencias que traería faltarle respeto al deporte.
“A final del partido sabía que estaba en alcance, como buscándolo, pero no quería forzarlo por donde se encontraba el partido”, confesó Curry, quien encabeza la liga con 232 triples. “No se puede juguetear con los dioses del baloncesto tratando de perseguir un récord si el partido no lo dicta”. "Al final del partido sabía que estaba a su alcance, y como que lo estaba buscando pero sin tratar de forzarlo", confesó Curry. Curry, que encestó 19 de 28 desde el campo, incluyendo 11 de 16 detrás de arco, marcó su primeros cinco tiros, todos detrás de la línea de tres puntos durante la primera mitad del cuarto inicial, su último de la racha aumentando la ventaja de los Warriors a 21-8 restando 6:28.
El astro de 27 años de edad entonces sufrió la primera de siete pérdidas de balón que tuvo durante la noche pero se recuperó con una seguidilla de cinco puntos, incluyendo otro triple, que puso el juego 26-13 con 5:27 por jugar. Durante un receso de juego faltando 4:33 en el reloj, el reserva, Andre Iguodala, entró al partido por primera vez y mientras estaba se alejaba de la mesa del anotador, le rindió honor al crack de los Warriors con una reverencia.
Curry continuó sus trucos, metiendo un par de triples para establecer una marca personal de siete triples en un periodo de un partido. Restando 2.9 segundos, se despedía de un asombroso periodo inicial, que sin lugar a dudas le hubiese encantado prolongar por un par de minutos más, marcando un disparo a 21 pie del aro. Curry fue perfecto en el segundo cuarto, logrando cada uno de sus cuatro tiros, incluyendo un triple e hizo dos tiros libres para quedar con 11 puntos en los 5:31 que jugó. Luchó con su puntería en el tercer periodo, producto de un mejor enfoque defensivo de los Wizards y algunos tiros que no tuvieron la suerte de los primeros dos cuartos de la noche, logrando apenas 3 de 10 desde el campo y 3 de 5 detrás de la línea de tres puntos, suficiente para ocho puntos.
El último periodo pues le brindó mejores resultados, pero nada como el primero, y marcó 3 de 4 disparos desde el campo y un triple, bastante para siete puntos. Tras el último silbato para concluir esta invicta gira de tres partidos por la costa este, quien apostaría en contra de un chico que acababa despertar de una pequeño caída de tres juegos en el cual había encestado 18 de 47 desde el campo y 11 de 29 bombazos de tres puntos. “No sabia que Steph estaba en una caída”, bromeó su entrenador Steve Kerr. “Steph nunca está en una caída.
Pero Steph fue brillante desde el inicio del juego esta noche. Fue genial”. Aún uniformado con un poco de sudor, Curry todavía estaba en la zona como tal fue el caso en los primeros 12 minutos de la noche. “Los disparos que sabes que se sienten bien entran y algunos de los disparos que (dices), ‘Oh, están fuera’, esos terminan entrando”, señaló. “Es como una sensación divertida. Como dije, en general, fue porque puedes llegar a tus lugares (en la cancha) y te alzas y quizás pueden ser un poco disputados pero realmente nada te está molestando y todo realmente está en ritmo.
Es una sensación divertida y quieres mantenerla hasta que ya no puedas”. Su embate ante la defensiva de los Wizards evocaba recuerdos de otra impresionante actuación que realizó en febrero de 2013 cuando se apoderó del Madison Square Garden con 54 puntos y estuvo a un punto de empatar el hito de la Mamba Negra. “Esto se sintió diferente”, afirmó Curry entre pausa. “Creo porque esos fueron, si recuerdo correctamente, sólo ráfagas de unos tramos de dos o tres o cuatro minutos cuando estuve loco, pero comienzas el partido de esta noche, que creo que fue muy divertido, y después me enfrié un poco y después hice un par de tiros más de vez en cuando. La atmósfera fue un poco diferente en MSG que en cualquier otro lugar”.
Por Adry Torres, ESPN