SAN FRANCISCO — El Super Bowl 50 se ha vendido como un duelo entre la mejor ofensiva (Panthers) y la mejor defensiva (Broncos). Técnicamente es correcto. También se ha repetido hasta el hartazgo la frase: “las defensivas ganan campeonatos”. Y si bien la historia muestra que es verdad más veces que no, la realidad es que ese concepto podría aplicar a cualquiera de estas dos defensivas.
No es habitual que no se hable tanto de la defensiva de los Panthers en la semana previa a un partido, pero eso es exactamente lo que está sucediendo de cara el encuentro más importante del año. ‘‘No siento que nos estén faltando el respeto’’, declaró el apoyador Luke Kuechly. ‘‘Denver tiene una muy buena defensiva, pero nosotros sabemos de lo que somos capaces’’.
La unidad liderada por probablemente el mejor dúo de apoyadores internos de la NFL –Kuechly y Thomas Davis– terminó ranqueado sexta en yardas y puntos permitidos, cuarta en yardas por tierra, totalizó 44 capturas y fue la mejor defensiva de la liga a la hora de generar pérdidas con 39. La línea defensiva está anclada por dos de los jugadores más subestimados en Star Lotulelei y Kawann Short, quien lideró a todos los tackles defensivos con 11 capturas, y se está ganando un jugoso contrato a pagar luego de esta campaña.
En los extremos, el veterano Jared Allen demostró que le queda gasolina de sobra en el tanque y aunque Charles Johnson no ha tenido el mismo impacto que ha acostumbrado a dar –totalizó al menos 8.5 capturas y media todos los años desde 2010– debido a una lesión en el tendón de la corva, cumplió un rol decisivo ante los Cardinals en el Campeonato de la NFC. Ya no está Greg Hardy, quien tiene un enorme talento, pero afectaba la principal fortaleza de esta unidad: consistencia.
Los problemas fuera del terreno de Hardy se transformaron en una distracción e hicieron fácil la decisión de los Panthers de dar vuelta la página. ‘‘Hardy tiene mucho talento, pero hay otros factores a tener en cuenta’’, declaró Rivera. ‘‘Es así de simple’’. Es que la disciplina es uno de los valores principales que predica el coordinador defensivo de Carolina, Sean McDermott. ‘‘Mi trabajo es colocar a cada jugador en una posición para tener éxito’’, explicó McDermott.
‘‘Si ellos cumplen su función, tendremos éxito como unidad’’. Los resultados están a la vista en una unidad que piensa más en el colectivo que las individualidades. Kuechkly es una súper estrella que ha progresado de manera increíble en cuanto a su cobertura se refiere, y Davis sigue desafiando la lógica mejorando con cada encuentro que pasa. La secundaria fue la unidad que más sorprendió a todos.
En primera instancia, porque nadie vio venir semejante salto al estrellato de Josh Norman, quien es el principal candidato a ganar el Jugador Defensivo del Año. Y en segunda instancia, porque aparecieron más héroes ignotos luego de las lesiones de Charles Tillman y Bene Benewikere.
Luego de la undécima jornada, los Panthers probaron a Cortland Finnegan y Robert McClain, un veterano de mil batallas que venía de una seria lesión y estaba retirado, y un joven que no lograba asentarse en ningún equipo. McClain fue el objetivo de abuso de los mariscales rivales, pero el joven respondió con creces, y hasta interceptó un pase en el último encuentro de temporada regular. Finnegan también interceptó un pase en los playoffs ante Seattle e hizo un gran trabajo ante Latty Fitzgerald y los Cardinals. ‘‘Pensaron que estaba muerto’’, enfatizó Finnegan. ‘‘Y aquí estamos en el Super Bowl’’.
Generalmente no hay nadie mejor para evaluar a una unidad que alguien que ha enfrentado a los dos sujetos de estudio; ese es el caso del receptor abierto de los Green Bay Packers, James Jones. ‘‘Es la defensiva más rápida que enfrenté en mis nueve años de carrera en la NFL’’, sentenció Jones. ‘‘Nunca vi una unidad igual a la de los Carolina Panthers’’. Lo cual nos trae a la vieja frase otra vez: ‘‘Las defensivas ganan campeonatos’’. Los Panthers creen que si eso prueba ser verdad otra vez, ellos estarán en la vereda ganadora.
Por Sebastián Martínez Christensen / ESPN
