A punto de comenzar la Ronda de Comodines de la postemporada en la NFL, la presencia de franquicias exitosas a lo largo de su historia brinda amplias posiblidades de ver duelos legendarios en una nueva edición. De cara al Super Bowl 50, una buena porción de los 12 equipos que buscan el título comparten una historia que involucró el Trofeo Lombardi, lo que permitirá a algunos refrendar su dominio pasado o, más importante, buscar la revancha.
Los clasificados ya son conocidos: Denver Broncos, Carolina Panthers, New England Patriots, Arizona Cardinals, Cincinnati Bengals, Minnesota Vikings, Houston Texans, Washington Redskins, Kansas City Chiefs, Green Bay Packers, Pittsburgh Steelers y Seattle Seahawks.
En lo que sería más que adecuado para la conmemoración del Super Bowl 50, hay un escenario que podría repetir el primero de la historia, y es que si Packers y Chiefs se encuentran este 7 de febrero en el Levi's Stadium de San Francisco, no sólo derá revancha para Kansas City por la derrota de la Semana 3, sino que veremos una réplica, 50 años después, del Super Bowl I. Pero vamos de adelante de hacia atrás.
El antecedente más cercano, el Super XLIX, podría repetirse este mismo año si Patriots y Seahawks avanzan al súper domingo. Apenas en febrero pasado New England batió a Seattle por 28-24 ayudado por una gran jugada defensiva del esquinero Malcolm Butler. Si los Seahawks en efecto alcanzan su tercer Super Bowl en fila, podrían encontrarse a unos Broncos sedientos de revancha, toda vez que Seattle los apaleó 43-8 en la edición N° 48 del juego por el título. Peyton Manning fue el mariscal de campo titular de Denver en esa partido, tal y como lo será en estos playoffs tras ausentarse durante una buena parte de la campaña regular por lesión.
Dos equipos de comodín, Packers y Steelers, también protagonizaron un Super Bowl memorable cuando se enfrentaron en el Cowboys Stadium para el N° 45. En esa ocasión, los Packers de Aaron Rodgers se impusieron 31-25 a los Steelers de Ben Roethlisberger, en el juego por el Lombardi con mayor asistencia desde 1987. Para Pittsburgh, el mayor escenario del fútbol americano profesional no es extraño, incluso buscarán su 7° Super Bowl con posibilidad de medirse a los Cardinals, equipo al que vencieron en el XLIII por marcador de 27-23.
Ahora con Carson Palmer, los Cardinals buscan quién les pague no sólo ese descalabro de alto perfil, sino su choque de Semana 6. Aún estacionados en los Steelers, existe a su vez el potencial juego contra los Seahawks en el Super Bowl, lo que marcaría la revancha de la edición N° XL disputada en el Ford Field, juego en que se impuso el acero por 21-10. De ese equipo de Pittsburgh sólo quedan Roethlisberger y el apoyador James Harrison, mientras que Seattle ha visto a emigrar a todos. Unos años atrás, en febrero del 2004 para culminar la campaña del 2003, los Patriots del joven Tom Brady ampliaron su incipiente dinastía al vencer por 32-29 a los Panthers.
En ese periodo, el receptor abierto Steve Smith, quien hace poco anunció su intención de volver por una temporada más de NFL pero con los Baltimore Ravens, fue crucial en la ofensiva de Carolina que se fue 11-5 en la campaña regular. Los Patriots fueron mejores que su marca actual al llegar con 14-2. En un capítulo que juntó a dos de los mejores mariscales de campo en la historia, el Super Bowl XXXII emparejó a los Broncos de John Elway contra los Packers de Brett Favre.
El partido era un tipo de última llamada para Elway, quien había sufrido tres derrotas previas (aunque ganó al siguiente año también). Ya como un veterano consolidado, Elway llevó a los Broncos a la victoria, robándole a los Packers el potencial bicampeonato. Para ver la última vez que ambas franquicias se midieron sólo hay que acudir al calendario regular, cuando Denver batió 29-10 a Green Bay el 2 de noviembre. Pero un poco más atrás, en una de las derrotas de Denver en Super Bowls, Elway y compañía sucumbieron ante el simbólico equipo de Redskins con el mariscal de campo Doug Williams, primer afroamericano en su posición que levantaba un Lombardi. Fue el Super Bowl XXII disputado en el Jack Murphy Stadium de San Diego que se definió por un aplastante 42-10.
Quizás no muchos lo recuerden, pero los Vikings solían ser una potencia en la primera década de la era del Super Bowl bajo el mando del coach Bud Grant. Aunque nunca se han coronado, sí alcanzaron cuatro Super Bowls, con el 3° de ellos ante los Steelers. Minnesota podría verse en posición de la revancha si ambos avanzan, lo que sería una réplica del Super Bowl IX que se jugó en Tulane Stadium de New Orleans. Unos Steelers manejados por el legendario Terry Bradshaw y una defensiva de época, despacharon 16-6 a los Vikings del también legendario Fran Tarkenton y el profundo Paul Krause.
La posibilidad de revancha para Minny no se queda en Pittsburgh, ya que el Super Bowl IV también los dejó en la lona frente a los Chiefs. En el partido que otorgó el JMV al mariscal de campo Len Dawson, los representantes de la AFL vencieron 23-7 a los de la NFL. Para Kansas City, fue el único título de su historia, mientras que los muchachos de Grant comenzarían una racha negativa que los volvió la franquicia más perdedora en los primeros años de la era.
No obstante, basados en el desempeño más actual, los Vikings son el último equipo que le ganó a Kansas City esta temporada. Con la excepcional posibilidad de ver una revancha del Super Bowl I, arranca la postemporada de NFL con nuevas historias que escribir, tomando en cuenta que hay un equipo como los Texans que nunca ha llegado al Super Bowl y que bien podrían ofrecernos un acto sin precedentes, lo mismo que Pittsburgh siendo el máximo ganador o New England cimentando el dominio más exitoso del siglo XXI.
ESPN