MADRID (Paola Núñez ESPN) — Otra victoria del Real Madrid que es de gran ayuda para Zidane. El conjunto merengue venció por 5-1 al Sporting de Gijón con dobletes de Cristiano y Benzema y otro tanto de Gareth Bale. Por el Sporting, que cayó a la penúltima posición de la tabla, descontó Isma López. Por primera vez, el 'tridente' merengue decidió un partido con un gol cada uno antes de que se cumplieran 15 minutos de juego. Desde que en el Real Madrid hay un trío goleador no se había visto tal repartición de responsabilidades y armonía entre los tres; mucho menos en la primera mitad de esta temporada en que los merengues iban por la cancha dando tumbos y goleaba sin guión.
Y aunque Zidane aún tiene camino que recorrer, particularmente, en el trabajo de los centrales, que volvieron a dejar desprotegido a Keylor, al equipo merengue se le empieza a notar cierto sentido de dirección y, sobre todo, motivación.
La goleada, de nuevo, cayó por inercia. Pero esta vez tuvo un sabor diferente; fue recibida en las gradas con ilusión y no con hastío y los jugadores, pese a haber perdido a dos piezas clave por lesión antes de que concluyera el encuentro — Bale, quien no pudo salir en la segunda parte por "molestias en el sóleo" de la pierna derecha, según informó el club, y Benzema, que se fue antes de que se cumpliera una hora por un golpe en la pie. Las tres máquinas de hacer gol salieron con la puntería afinada para sacar el mayor provecho posible de las debilidades de un rival inferior, que lucha por la permanencia y que tiene a la tercera defensa más goleada de la Liga, y de un Dani Carvajal que, en ataque, hizo toda la diferencia por la banda derecha.
La cascada empezó a los siete minutos. Aprovechando una mala salida de Cuéllar, Gareth Bale abrió el marcador de un cabezazo para rematar un cobro de Toni Kroos desde la esquina, después de que la defensa cortara un centro de Carvajal. Dos minutos después le tocó a Cristiano, que se estrenó en la 'era Zidane' con un gol digno del máximo anotador de la casa.
Un cambio de juego largo de Dani Carvajal encontró a Benzema en el borde del área, que se la deja en corto al portugués para que de un riflazo marcara el 2-0. Sporting no tuvo tiempo de retomar el aliento pues dos minutos después, al 11', ya perdía 3-0. Otra jugada que empezó en los pies de Dani Carvajal y culminó con un pase cruzado de Bale a Benzema que batió a Cuéllar de media chilena. Karim, como Cristiano antes que él, tuvo todo el espacio que quiso para acomodarse y disparar.
Madrid, entonces, se dedicó a disfrutar de su juego mientras buscaban el cuarto, que no tardó ni diez minutos en llegar. Dani, otra vez, entró sólo casi hasta el fondo para poner un pase casi a ras de suelo para Cristiano, que lo único que tuvo que hacer fue empujar el balón. Sporting no quiso bajar los brazos y buscó a Keylor en un par de ocasiones, pero el tico repelió sus intentos con relativa tranquilidad. Sirvió para despertar al Madrid, que comenzaba a relajarse.
Los locales retomaron el control de la situación y antes de que concluyera la primera mitad, ya había aumentado la cuota a 5-0 a través de Benzema. Esta vez fue Isco el que sirvió a su compañero con un sombrerito sobre dos defensas para que el francés, sólo, batiera a Cuéllar. La felicidad no pudo ser completa; poco después, Bale se desplomaba en el césped pidiendo su cambio antes del silbatazo final. Justo cuando el galés atravesaba su mejor momento de juego desde que llegó a Madrid, tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado.
En su lugar, ya para el segundo tiempo, entró el canterano Jesé, pero el '11' se había llevado toda la magia y el ímpetu con él. A partir de entonces, los hombres de Zidane se dedicaron a hacer lo posible por mantener el control, pero sin derrochar energía, algo que el Sporting aprovechó para descontar. Un descuido defensivo permitió que Jony llegara hasta el fondo por la banda izquierda y centrara para que Isma López, ayudado por Guerrero que jaló marca, batiera a Keylor Navas.
El Madrid, que no está para más sustos, apretó. Con Kovacic en la cancha en lugar de Benzema, los de Zidane cambiaron de formación a un 4-4-2 más compacto y que, si no volvió a disfrutar de una oportunidad clara de gol, al menos pudo mantener al Sporting lo suficientemente ocupado para alejarlo de la portería de Keylor.