BRISTOL — La NFL, que pasó años criticando a los investigadores que advirtieron sobre los peligros de los golpes en la cabeza relacionados con el footbal americano, ha retirado su apoyo a uno de los estudios más ambiciosos sobre la relación entre el football americano y las enfermedades cerebrales, informaron fuentes cercanas al proyecto a "Outside the Lines".
La iniciativa de siete años y 16 millones de dólares iba a ser financiada por una subvención que la NFL otorgó a la National Institutes of Health (NIH) en el 2012. La NFL ha señalado en repetidas ocasiones que no tiene control sobre cómo se gasta ese dinero, sin embargo la liga se opuso a este estudio, de acuerdo a las fuentes, porque la NIH otorgó el proyecto a un grupo encabezado por un investigador de la universidad de Boston que ha criticado en repetidas ocasiones a la liga.
En un comunicado anunciando el estudio este martes por la mañana, la Universidad de Boston indicó que la NIH pagaría por el proyecto sin mencionar a la NFL. El estudio busca captar lo que se ha descrito como el santo grial de la investigación de conmociones cerebrales: la capacidad para diagnosticar la encefalopatía traumática crónica (CTE por sus siglas en inglés) en pacientes vivos.
La decisión de la NFL de no financiar el estudio de la Universidad de Boston sobre el CTE retrasó su anuncio por meses, y el tema llegó a la oficina del director de la NIH, Dr. Francis S. Collins, de acuerdo a las fuentes. Incluso esta semana algunos oficiales tenían la esperanza que la liga cambiara de opinión, sin embargo, la NIH se comprometió a financiar el proyecto. "Este problema es más grande que la NFL", declaró el Dr. Walter Koroshetz, director del instituto nacional de desorden neurológico de la NIH. "Estamos tratando de encontrar respuestas para la gente. Hay mucha gente preocupada allá afuera, sobre todo los papás de niños [que juegan este deporte]".
Cuando la donación de la NFL "sin restricciones" por 30 millones fue anunciada en el 2012, la NIH indicó que el dinero venía "sin lazos atados", sin embargo, un oficial de la NIH aclaró que en los términos de la donación la liga mantuvo su derecho de veto a proyectos financiados.
Fuentes indicaron a Outside the Lines que la liga ejerció ese derecho cuando se enteró que Robert Stern, un profesor de neurología y neurocirugía de la Universidad de Boston, sería el investigador principal del proyecto. De acuerdo a las fuentes, la liga se preocupó por la objetividad de Stern. Stern, director de investigación clínica en los centros de investigación de Alzheimer y CTE en la Universidad de Boston, tiene una historia complicada con la liga.
Una vez dijo que el comisionado de la NFL, Roger Goodell, heredó una "cortina de humo" de su predecesor, Paul Tagliabue. En octubre del 2014, presentó una declaración de 61 páginas oponiéndose al acuerdo de la NFL en una demanda en la que miles de ex jugadores acusaron a la liga de ocultar el vínculo entre el football americano y el daño cerebral. Stern escribió que el acuerdo negaría la compensación de muchos jugadores que la merecían, incluyendo algunos de los casos más severos.
El ex apoyador de los San Francisco 49ers, Chris Borland, dijo que una consulta telefónica con Stern en marzo selló su decisión de retirarse después de su campaña de novato debido a las preocupaciones sobre las enfermedades cerebrales. Stern advirtió a Borland que ya podría tener daño cerebral pero también le advirtió que la ciencia aún estaba dando sus primeros pasos. "Soy científico, en primer lugar", sentenció Stern, quien dejó todas las preguntas sobre el financiamiento del proyecto a la NIH. "Y como científico siempre he realizado y siempre realizaré mis investigaciones con total imparcialidad. Si digo cosas sobre la NFL u otros temas que pueden parecer negativos, eso no tiene nada que ver con la imparcialidad de mi ciencia".
La Dra. Ann McKee, neuropatóloga afiliada a la Universidad de Boston y el departamentos de asuntos de veteranos de los Estados Unidos, recibió recientemente un financiamiento de 6 millones procedente de la donación de la NFL en el 2012. McKee, al igual que Stern, ha criticado a la liga en ocasiones y advirtió que el número de jugadores con CTE probablemente sea alto. No está claro por qué la NFL, que ha sido criticada por su participación en la investigación de conmociones, financió un proyecto encabezado por McKee y no uno dirigido por Stern.
Del 2003 al 2009, la NFL publicó su propia investigación negando que los jugadores de fútbol americano tuvieran daño cerebral, gran parte de esa investigación fue desacreditada tiempo después. Pero desde entonces, al NFL ha donado decenas de millones de dólares a la investigación de las conmociones, permitiendo a la liga mantener un papel importante en un tema que afecta directamente su futuro. Algunos neurólogos creen que la liga utiliza su dinero e influencia para recompensar investigadores que se enfocan principalmente en temas como la seguridad, equipamiento y tacleos adecuados.
"Hasta ahora ellos han controlado cada dólar que han gastado en este tema", indicó Eric Nauman, profesor de ingeniería mecánica y biomédica en la Universidad de Purdue. La investigación –publicada sin el apoyo de la NFL– de Nauman y su colega Thomas Talavage, profesor de ingeniería eléctrica y computacional e ingeniería biomédica en Purdue, ha mostrado que los golpes constantes en la cabeza en el fútbol americano provoca cambios dramáticos en la química del cerebro. "No había manera en que ellos donaran ese dinero a la NIH y dijeran, 'Hagan lo que quieran'", sentenció Nauman.
El estudio encabezado por la Universidad de Boston involucra a 50 investigadores en 17 instituciones y cientos de ex jugadores de la NFL y NCAA que participarán como sujetos de estudio. El estudio busca detectar, definir y medir la progresión del CTE, que sólo puede ser diagnosticado después de la muerte y ha sido detectado en 87 ex jugadores de la NFL en los últimos 10 años.
Al final, una prueba para pacientes vivos podría significar un gran avance para responder una de las preguntas más fundamentales –y elusivas–: ¿qué porcentaje de jugadores es probable que sufran una enfermedad cerebral por jugar football americano?. "Nosotros vemos este estudio como el estudio principal en el mundo, hasta donde sabemos, específicamente en los métodos de diagnóstico del CTE durante la vida", expresó Stern.
La subvención de 30 millones de la NFL –su mayor donación– es administrada por la fundación para la NIH, una organización sin fines de lucro que solicita donaciones para las investigaciones de la NIH. Koroshetz indicó que había preguntado a la FNIH desde mayo si la NFL financiaría el proyecto pero nunca recibió una respuesta. No hay señales que la liga retirará su apoyo de su donación original. Koroshetz dijo que nunca ha sido informado directamente que la NFL se negaba a apoyar el estudio del CTE. "Nadie nunca me lo ha dicho: 'La NFL dijo que no'", refirió.
"Ellos son su propia organización. Han comprometido 30 millones, y espero que mantengan su compromiso. Si no lo hacen, entonces me molestaré". El mes pasado en "60 minutos", se le preguntó al comisionado Roger Goodell si la investigación financiada por la NFL podría "sembrar las semillas de su propia destrucción". "No, queremos hechos", respondió Goodell. "Los hechos nos ayudarán a desarrollar mejores soluciones. Y es por eso que estamos avanzando en la investigación médica. Es por eso que estamos financiando directamente a la Universidad de Boston en algunas de sus investigaciones".
El tema del financiamiento coincide con el lanzamiento de la película "Concussion", protagonizada por Will Smith, sobre los intentos de la NFL de silenciar al Dr. Bennet Omalu, quien descubrió el primer caso de daño cerebral en un ex jugador de la NFL mientras trabaja como médico forense en Pittsburgh en el 2005. El estudio de la Universidad de Boston anunció que su origen fue una solicitud de la NIH en el 2014.
Se aconsejó a los aplicantes que cualquier publicación de los resultados requeriría el reconocimiento del Sports Health Research Program, que la página de internet de la FNIH describe como una "asociación innovadora entre la National Football League, la NIH y la FNIH" lanzada en el 2012. En la primavera, la NIH notificó a Stern y la Universidad de Boston que su grupo de investigación había ganado la beca para la investigación después de una "revisión a sus méritos científicos" y una revisión independiente por el consejo asesor del NIH.
Los otros investigadores principales son el Dr. Jeffrey Cummings, director de la clínica Lou Ruvo Center for Brain Health de Cleveland; Dr. Eric Reiman, director ejecutivo del Banner Alzheimer's Institute de Phoenix; y Martha Shenton, profesora de psiquiatría y radiología de la Universidad de Harvard y directora del laboratorio de neuroimágenes psiquiátricas en el Brigham & Women's Hospital. "Realmente existe una necesidad urgente de reunir más información sobre las características clínicas y la evolución del CTE", indicó Reiman a Outside the Lines.
Agregó que la información es necesaria no sólo para ayudar a los "jugadores afectados o los jugadores en riesgo que son vulnerables. Es para todos, cada padre, cada niño. No podemos reunir esa información lo suficientemente rápido. Shenton estuvo de acuerdo. "No sabemos suficiente y si queremos evitar una cascada de más cambios progresivos, tenemos que saber lo que está pasando ahora y la necesidad de entender quien está en mayor riesgo", concluyó.
Por Steve Fainaru y Mark Fainaru-Wada