Tarde o temprano el Real Madrid iba a sufrir su primera derrota de la campaña, pero hay maneras. El golpe anímico tras caer en el Sánchez Pizjuán por 3-2 ante Sevilla puede tener consecuencias a futuro. “Aquí se ganan Ligas y lo que hemos hecho ha sido perder puntos muy importantes”, se lamentaba Sergio Ramos tras el encuentro, mismo que abandonó .
Se trataba del último encuentro antes del clásico ante Barcelona y en el que debían sacar una victoria para mantener la cima de la tabla mientras reforzaban su imagen de cara al importante choque luego de las numerosas críticas a su pobre propuesta de juego. Pero no lograron ni lo uno ni lo otro. Con la derrota, el Real Madrid cayó a la segunda posición de la tabla y enfrentará al Barça, nuevo líder, con tres puntos de desventaja.
En cuanto a la imagen ofrecida, justo el día en que el máximo rival diera una demostración de autoridad ante Villarreal para sacar una victoria por 3-0, fue poco menos que alarmante. “Cada uno que use el adjetivo que quiera, no se han hecho bien las cosas y todo se refleja en los resultados”, respondió Ramos, que no pudo responder con una rotunda negativa cuando fue directamente preguntado por el “desastre” en Sevilla. Real Madrid dio un mal juego y se vio rebasado por Sevilla. Perdió la posesión –solo tuvo el 45%- apenas pudo disparar cinco veces al marco mientras Sevilla lo hizo en diez ocasiones y perdió casi todos los balones en la media. Pero lo que ocurrió cae dentro de lo normal.
El Madrid lleva semanas siendo superado por el rival en lo que se refiere a planteamiento y juego. La gran diferencia es que esta vez se vio reflejado en el marcador. Tres días antes de la debacle en Sevilla, el Real Madrid había vencido casi de milagro al PSG en la Champions League por 1-0. Como hiciera Sevilla, el cuadro parisino había dominado por completo el partido. En su propia casa, un Real Madrid que Benítez insiste en que “no es defensivo”, cedió el 60% de la posesión al rival, que si no marcó fue porque tres disparos se estrellaron en el marco y Keylor Navas intervino en un par de ocasiones. El técnico Rafa Benítez se jactó entonces de que “lo importante es que a pesar de las bajas (había seis) estamos clasificados (a octavos de final de la Champions),
Keylor salvó el día con cuatro atajadas para que el Madrid saliera airoso con una victoria por 1-3 en un partido en que el Celta creó más oportunidades (17) que el Madrid (14) y en el que se hizo del 52% de la posesión del balón. Lo que no cambió en el equipo merengue fue el discurso del técnico, que pese a que su equipo quedó en evidencia en Sevilla, achacó la derrota, primero, al haber “permitido un gol a balón parado”, el que supuso el empate, y después a que sus propios “errores permitieron que creciera Sevilla”.
Por Paola Núñez | ESPNDeportes.com
