Por Andrés Pascual
Estamos en una época muy peligrosa, lo viejo se pone más viejo de zopetón y empiezan a aflorar las señales de la muerte, como en esas películas de horror en que un vampiro necesita sangre o envejece al punto de desaparecer, recuerdo a David Bowie en The Hunger… Al paso que vamos, mejor, por el lugar que “andamos”, tal vez deba comenzar a colocarle la partícula “ex” al término Grandes Ligas.
Mire, entre esteroides, escándalos por bates con corcho, manager que botaron y confundió la fecha con Halloween, entonces regresó disfrazado de sí mismo al dugout; entre la ampliación, los multianuales, un tonto de oficina que nunca jugó; pelota y le dieron un club para que se entretuviera (él y los peloteros), jugadores que llegan a las mayores sin haberse probado en las menores…todo eso es “sirigaña”.
Lo bueno empezó; en esta temporada: el shortstop quisqueyano Raúl Mondesí jr (foto), no se afeita todavía, tiene 20 primaveras, lo firmó Kansas Ciy como agente libre hace dos años por dos millones; tal vez el muchacho sea una promesa, ahora, lo que de verdad promete es el desarrollo de los acontecimientos del de “aquí pa’lante”, una vez que este joven, que no logró ver la bola en Ligas Menores ni para un mucho menos que discreto .255, haya sido objeto de sustitución para la postemporada y agregado al róster de los Campeones de la Americana, sin haber jugado un solo inning en el circuito mayor, a tal extremo complicado el asunto, que debutó en plena Serie Mundial como bateador de emergencia; de hecho, rompió todos los records de cubanos y americanos que llegaron directo a las Mayores sin escala.
Si algo es raro, resulta la violación de la llamada ley de elegibilidad para poder jugar en el Clásico de Octubre, ya que, antes, un pelotero necesitaba de tiempo prudencial previo en la nómina para ser considerado elegible. Aunque la violación no es tal sino moralmente, porque, en realidad, tiene cobertura aprobada.
Con todo esto a mano, nadie se apresura si, desde ya, comienza a emplear la partícula depreciativa antes de escribir Grandes Ligas: ex Grandes Ligas o lo que fueron las Grandes Ligas, mejor y contentaría a todos, incluso a los que no quieran entender la magnitud del desastre, que lo harán cuando los yerros y derrotas provocadas por ese tipo de irresponsabilidad, los despierten más temprano que tarde. Pero hay algo más, si este joven prospecto llegara a brillar en la Serie Mundial, entonces “apaga y vamos” que a esto, de Grandes Ligas, no le quedan ni las letras.
