NUEVA YORK – Muchos analistas critican las “reglas no escritas” del béisbol, mientras que los jugadores de la “vieja guardia” se quejan de la falta de pitcheo adentro para intimidar a los bateadores y limitar su agresividad en el plato. El viernes en el Juego 3 de la Serie Mundial entre los Reales y los Mets, vimos algo propio de los tiempos de antaño cuando el abridor Noah Syndargaard le tiró alto y pegado al primer bate venezolano Alcides Escobar, quien ha tenido una postemporada histórica cono el madero.
“Creo que en realidad eso fue una declaración contundente para iniciar el juego, un mensaje de que (los Reales) no pueden acomodarse y ser demasiado agresivos, porque voy a ir por ahí”, dijo Syndergaard.
Por supuesto, el derecho es conocido por la potencia de su recta, con una velocidad promedio de 96.5 millas por hora durante el 2015, según Statcast. Escobar y los Reales claramente se molestaron con la táctica de Syndergaard. Pero al fin y al cabo, no hubo represalias de parte de los lanzadores de Kansas City.
“No trataba de golpearlo, eso es seguro”, dijo Syndergaard después del partido. “Simplemente no quería que él estuviera demasiado cómodo. Si ellos tienen problema con que yo tire adentro, me pueden confrontar a 60 pies y seis pulgadas (del home plate). No tengo problema con eso”.
Son acciones y palabras fuertes de un joven de 23 años de edad, quien no se crio en la era de lanzadores como Bob Gibson y Don Drysdale, “matatanes” de la década de los 60 que por una ofensa mínima—real o imaginada—tiraban adentro para mantener con cierto miedo a los bateadores.
Durante la infancia de Syndergaard, los lanzadores más parecidos a Gibson y Drysdale en ese sentido fueron el dominicano Pedro Martínez y Roger Clemens, siendo éste último texano al igual que el conocido como “Thor”. “El pitcheo adentro es un arte que se ha perdido. Ya son pocos los que lo hacen de manera eficaz”, dijo el manager de los Mets, Terry Collins. “Siempre da un poco de miedo, sobre todo cuando es por la cabeza. Nuestro juego no es perfecto. “Pero creo que lanzar adentro es gran parte de nuestro juego”.
Noah Syndergaard estuvo consciente de eso mismo el viernes. Sea correcto o no, sea parte del futuro del béisbol o no, una nueva generación aprovechó una táctica de las de antes. Al fin y al cabo, le dio resultados.
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