La selección inglesa prosiguió su inmaculado camino hacia la Eurocopa de Francia, tras sumar su noveno triunfo en sus nueve partidos de clasificación al imponerse por 2-0 a Estonia, en un encuentro en el que destacó, especialmente en la segunda mitad, la actuación del joven centrocampista Ross Barkley. Con la clasificación ya asegurada para la fase final, toda la atención en el conjunto inglés se centró en comprobar el rendimiento de jugadores como el delantero Harry Kane, sustituto del lesionado Wayne Ronney, o los centrocampistas Ross Barkley y Adam Lallana, titulares hoy en la medular.
Un protagonismo que no tardó en pasar al atacante Theo Walcott, el jugador más afilado del conjunto inglés, que apenas cumplidos los cuatro minutos pudo abrir el marcador con una espectacular volea que obligó a lucirse al meta estonio Mihkel Aksalu.
Pero lo que parecía destinado en convertirse en un plácido partido para la selección inglesa, no tardó en enmarañarse para los de Roy Hogdson, lastrados por la imprecisión de Barkley y Lallana a la hora de efectuar el último pase. Imprecisiones que impidieron a Inglaterra volver a gozar de claras ocasiones de gol hasta el último minuto de la primera parte, cuando Ross Barkley, por fin, dio muestras de su talento con un excepcional pase al interior del área, que Theo Walcott no desaprovechó para establecer el 1-0.
Una jugada que pareció dotar a Barkley, que protagonizó las mejores acciones del conjunto inglés en la segunda mitad, de toda la confianza que le había faltado en el arranque de partido. De hecho, el joven centrocampista del Everton pudo anotar a los 77 minutos el segundo tanto del conjunto inglés, con un durísimo disparo, tras plantarse en el área con un magnífico quiebro, que sólo impidió que acabara en gol una no menos soberbia parada del portero estonio.
Nada pudo hacer, sin embargo, Mihkel Aksalu para evitar que ocho minutos más tarde, en el 85, Raheem Sterling estableciese el definitivo 2-0 para Inglaterra, tras un pase desde la banda izquierda de Jamie Vardy, que convirtió en un peligroso contragolpe un pelotazo del portero Joe Hart.
EFE