El Arsenal curó sus penas de la Champions League con una goleada por 3-0 al Manchester United para alzarse hasta la segunda posición de la Premier League. El mismo equipo que el pasado miércoles cayó 2-3 ante el Olympiacos barrió al hasta ayer líder del campeonato inglés con 20 minutos de inspiración. La misma afición que hace cuatro días pedía la cabeza de Arsene Wenger por su decisión de alinear a Ospina como titular contra los griegos celebró ayer la victoria ante uno de sus más históricos rivales como si hubiera ganado un título.
El equipo gunner se puso el traje de las grandes ocasiones para desplegar todo su potencial y descargar todas sus frustraciones en la (poca) defensa del United. El Arsenal de Wenger es tan famoso por su gusto por el fútbol de toque como por su impredecibilidad para empezar una semana como un equipo de barrio y culminarla como si fuera la Brasil de los 70. Y al contrario.
La inspiración o no de Mesut Özil, las lesiones, la falta de un nueve goleador y la inconsistencia de una defensa a la que le gusta más mirar la portería rival que la suya propia se apuntan a menudo como causas de semejante bipolaridad… Pero de cuando en cuando las estrellas se alinean en el Emirates Stadium para iluminar el cielo de Londres y ver al Arsenal ganar. E incluso golear sin importar quién sea el rival. El United fue ayer su víctima tras 20 minutos de fantasía y con un Alexis Sánchez desatado.
Ayudó la defensa de Van Gaal, sostenida con alfileres por un extremo en el lateral izquierdo (Young) y un central (Blind) que hasta hace dos días jugaba de mediocentro. Bellerín lo aprovechó para descoser al rival por la banda derecha y Alexis, para marcar el primer gol del partido en el minuto 6, con un genial taconazo tras una buena asistencia de un Özil con la bombilla encendida.
El mediapunta alemán, apenas un minuto después, hizo el 2-0 a pase de Walcott como culminación a una excelente jugada y a un soberbio inicio de partido. El United, superado en todas las líneas, nunca encontró reacción y en el minuto 19 encajó un tercer tanto tras una delicia de un Alexis Sánchez que suma seis goles en sus últimos tres partidos. El chileno agarró el balón en la esquina del área, se metió al medio y sacó un disparo hacia la escuadra de De Gea como un día le enseñó Messi. El 3-0 tan prematuro condujo el resto del partido hacia algo ya mucho peor, con el Arsenal conformado con el resultado y el United resignado.
Martial pudo insuflar nuevos aires al encuentro justo antes del descanso pero Petr Cech evitó su tanto en el mano a mano. La segunda mitad ya tuvo poca historia. Van Gaal metió a Fellaini por Depay para intentar meterse en el partido con el pelotazo en largo y el balón parado. El Arsenal, sin embargo, funcionó incluso en la defensa y logró sostener un 3-0 que le sitúa segundo, con los mismos puntos que el United y a sólo dos del City.
AS.COM