NEW YORK — Un juez federal le sacó el aire al escándalo del "Deflategate" este jueves, borrando la suspensión de cuatro partidos para el mariscal de campo de los New England Patriots, Tom Brady, por la controversia que la NFL argumentó amenazaba la integridad del football americano.
El Juez de Distrito, Richard M. Berman, dijo que el comisionado de la NFL, Roger Goodell, se excedió al reafirmar el castigo para el mariscal de campo ganador del Super Bowl. Brady ha insistido en que no desempeñó ningún rol en una conspiración para sacar el aire a balones por debajo del límite permitido durante el Juego de Campeonato de la AFC de la postemporada pasada, frente a los Indianapolis Colts.
La decisión escrita deja Brady libre para prepararse de cara al juego de apertura de la temporada regular, el próximo 10 de septiembre, frente a los Pittsburgh Steelers. El dictamen fue sorpresivo para algunos expertos legales que consideraban que Berman estaba meramente presionando a la liga a llegar a un convenio respecto al asunto cuando criticó su manejo de la investigación y la imposición de la medida disciplinaria a lo largo de los últimos ocho meses. La liga llevó el escándalo hasta la corte en Manhattan de Berman de inmediato, una vez que Goodell confirmó el castigo para Brady de cuatro partidos de suspensión, atacando al pasador por ordenar la destrucción de su teléfono celular y los casi 10,000 mensajes justo antes de ser entrevistado para la pesquisa de la NFL.
La unión de jugadores contrademandó, diciendo que Brady no hizo nada malo y pidió a la liga anular la suspensión. Aunque la investigación de la liga encontró que era "más probable que improbable" que dos empleados de los Patriots encargados de la manipulación de los ovoides deliberadamente desinflaron los ovoides de los Patriots durante una victoria de New England por 45-7 en enero pasado sobre Indianapolis, no citó ninguna evidencia directa de que Brady estuviera al tanto o lo autorizara.
Goodell, sin embargo, fue más allá del reporte inicial de la investigación, encontrando a finales de julio como resultado de un testimonio ofrecido por Brady y otros que el mariscal de campo conspiró con los empleados e intentó obstruir la pesquisa de la liga, incluyendo al destrucción de su teléfono móvil.
El comisionado dijo haber concluido que Brady "sabía de, aprobó, consintió, y brindó recompensas", para asegurarse de que los balones quedaran desinflados. Berman atacó a la liga mientras cuestionaba a uno de sus abogados durante las dos audiencias, citando una carencia de evidencia en contra de Brady y preguntando cómo es que Goodell se decidió por una suspensión de cuatro partidos y no otra clase de castigo.
Berman advirtió a la liga que contaba con el poder para revertir la sanción contra Brady si le parecía que la NFL actuó injustamente al rehusarse a ofrecer al vicepresidente ejecutivo de la liga, Jeff Pash, como testigo pese a que trabajó en la investigación de la NFL. El dictamen de Berman no necesariamente acaba con la disputa. La liga tiene el derecho de apelar. Berman ha urgido reiteradamente a ambas partes a alcanzar un acuerdo y mesurar sus ataques. Durante una audiencia el lunes a la que asistieron Brady y Goodell, el juez anunció que ambas partes "trataron bastante duro" de llegar a un convenio en las charlas matutinas.
Pero el caso quedó en sus manos para decidir. En medio de las negociaciones, las partes se atacaron mutuamente mediante documentos legales. En una promoción del pasado mes de agosto, el sindicato dijo que la suspensión de cuatro partidos evidenció "una clara agenda, no un esfuerzo de justicia y consistencia", y criticó la decisión de Goodell que mantener la suspensión como "una campaña de desprestigio", una "pieza de propaganda escrita para el consumo del público". En sus documentos, la NFL mantuvo que hubo "amplio apoyo" en la evidencia para que el comisionado concluyera que Brady estaba involucrado en los esfuerzos de los empleados de los Patriots para desinflar los balones.
ESPN
Información de AP fue utilizada en la redacción de esta nota.