Estrellas de siempre Lázaro Contreras: El ángel caído del center field
Por Fernando Rodríguez Alvarez
ferna.rodriguez74@gmail.com
Matanzas ha sido pródiga en la historia beisbolera cubana. Allí y en La Habana fue donde primero se jugó béisbol en la isla. En la tierra del Yumurí se celebró un partido de béisbol el 27 de diciembre de 1874 que hasta el momento es el score de un juego de pelota más antiguo de Cuba. Matanzas ha sido cuna de una lista interminable de peloteros: José de la Caridad Méndez, Martín Díhigo, Orestes Miñoso, Tony Taylor, Paulino Casanova, Jackie Hernández, José Cardenal, Dagoberto Bert Campaneris y tantos otros de la pelota cubana antes de 1961 y fuera de la isla en el béisbol profesional.
De la pelota de Series Nacionales creada en 1962, -un año después que eliminaron el profesionalismo tradicional- ha habido verdaderas luminarias matanceras. No puedo olvidar a figuras como Gaspar Curro Pérez, Félix Isasi y Lázaro Junco. Pero es que uno de sus municipios ha dado tantas figuras como algunas provincias, me refiero a Jovellanos. De allí son Jorge Luis Valdés, el mejor lanzador zurdo de Series Nacionales, los hermanos Sánchez, encabezados por Wilfredo y Fernando, y quien fue tremenda figura en los pocos campeonatos que jugó: Lázaro Contreras López.
Ya en la Nacional 1980-1981 mostró sus credenciales, se adueñó de la titularidad del center fiel en su equipo y solo fue superado dentro de los novatos por Rolando Verde. En esa temporada logró idéntico average en la nacional y la selectiva con 287, nada mal para un novato y menos lograr ser regular en Matanzas. Esa provincia tenía dos buenos equipos en la nacional. Citricultores era el más fuerte con peloteros de la talla Wilfredo Sánchez, Leonardo Goire, Pablo Hernández, Lázaro Junco, Juan Luis Baro y Rafael Rodríguez y así ganaron la Nacional 1983-1984.
Henequeneros no se quedaba atrás con Jorge Luis Valdés, Arturo y Fernando Sánchez, Julio Germán Fernández y el propio Lázaro Contreras. No era fácil hacer el grado para las Selectivas en Matanzas, tampoco después jugar regular.
El equipo Matanzas era un trabuco. Sin embargo el novato Contreras logró colarse y jugar en 44 partidos. En los jardines estaban Wilfredo, Fernando, Junco y el destacado center field Pablo Hernández, mientras que en primera base coincidían Juan Luis Baró y Julio Germán Fernández.
De esos siete tremendos bateadores solo cinco podían estar juntos en un line up. Sin embargo Contreras se las agenció para jugar bastante dada su versatilidad ofensiva y defensiva en los jardines. En la temporada 1981-1982 alcanzó un buen 286 promedio ofensivo. Volvió a participar en la selectiva y jugó la mitad del calendario en el que logró batear por primera vez por encima de 300 con 342 aunque sin los turnos oficiales requeridos. Contreras se desarrolló bastante rápido como pelotero en una época de mucha calidad en Series Nacionales y particularmente en su provincia.
Prueba de esto es el hecho que en la Nacional 1982-1983 terminó con average de 302, entre los 24 bateadores que compilaron por encima de 300. Era la primera vez que lograba alcanzar esa cifra con las comparecencias requeridas. En la Selectiva de esa temporada no jugó regular y estuvo muy mal a la ofensiva, aunque participó bastante a la defensa como en las tres ediciones anteriores. Su consagración definitiva vendría en la siguiente temporada.
En la Serie 1983-1984 Contreras explotó definitivamente como gran figura nacional, ya demostró todas sus potencialidades que se le veían desde que había debutado. En la Nacional compiló 319, entre los primeros bateadores, con slugging de 512 y terminó entre los primeros en anotadas, hits, bases recorridas y hasta en jonrones con marca personal de 12. Ya en la X Serie Selectiva fue regular, alternando entre los tres jardines, pues el titular del center seguía siendo Pablo Hernández.
En esa temporada logró números importantes con un sólido average de 303 que lo llevó a la Preselección Nacional adonde llegó para quedarse. Internacionalmente estuvo con el Cuba B en una corta serie de tres juegos en Panamá. Después ya con el Cuba A estuvo en un Torneo Triangular en Nicaragua donde jugó en el center field ante la ausencia de Víctor Mesa que se reponía de pequeñas lesiones por accidente de moto.
En la II Copa José Antonio Huelga fue el titular del right field y tuvo gran rendimiento al terminar líder de los bateadores, hits, dobles y bases por bolas para ser seleccionado en el Todos Estrellas. Contreras estuvo tan bien a lo largo de todos los topes y la preparación que permaneció hasta el último día del corte final en la Preselección de caras al Mundial que se celebró en Cuba en el mes de octubre. Finalmente el cuarto jardinero del equipo fue su coterráneo Lázaro Junco, por eso hay varias fotos del equipo Cuba en ese Mundial en las que aparece Contreras.
El center field y número 11 de Henequeneros tuvo una serie 1984-1985 tremenda, ya era uno de los mejores bateadores, peloteros y entre los cuatro mejores jardineros del país. En el center field solo era superado por la gran estrella de la posición y uno de los dos peloteros más completos de ese momento: Víctor Mesa. En esa nacional Contreras terminó entre los primeros bateadores con 323, fue líder en entradas jugadas con 667.2, sublíder en carreras anotadas con 59, tercero en comparecencias con 336, quinto en bases por bolas con 48, octavo en hits con 90 y décimo en bases robadas con 12. En la Selectiva ya fue el titular del center field de Matanzas, fue sublíder en carreras anotadas con 33 y sexto en bases robadas con 8.
En total tuvo una temporada en la que fue de los primeros en comparecencias, veces al bate, anotadas, hits, boletos, bases recorridas y average de 300. Pero, ¿cuáles eran las características como pelotero de Lázaro Contreras?
Este bateador derecho de 5’10 de talla y 178 libras era uno de los corredores más veloces de Cuba tanto del home a primera como entre bases. Era uno de los de mejor tacto, pero a su vez entre los mejores bateadores de promedio con determinada fuerza al bate.
Defensivamente era uno de los más rápidos jardineros, con gran desplazamiento, colocación y uno de los dos brazos más poderosos de su época. Fue un pelotero de las cinco herramientas en las pocas series que jugó. Era una estrella que daba gusto verlo jugar, el pelotero más carismático, inteligente y explosivo de los yumurinos de entonces. Su juego era bien alegre y jugaba fuerte la pelota.
Dentro de las alineaciones matanceras ocupó el primer, segundo, quinto y sexto turno y con Henequeneros llegó a ser su tercer bate en algunas ocasiones. Su consagración con el equipo Cuba fue precisamente en 1985. Para nadie era un secreto que los jardineros del equipo eran Víctor Mesa, Luis Giraldo Casanova, Lourdes Gourriel, Lázaro Contreras y Fernando Sánchez, principalmente en el rol de bateador designado.
En el juego inaugural de la III Copa José Antonio Huelga -celebrada en Matanzas- no abrió de regular y fue traído de emergente por el cátcher Alberto Martínez. Contreras dio jonrón de dos carreras para decidir el choque frente a Venezuela, su mejor homenaje al ídolo Wilfredo Sánchez el día de su retiro oficial. Inmediatamente se quedó de regular alternando en el left y right field. Después siguió su estelar desempeño en la gira por México contra profesionales de ese país y el Torneo de Palm Spring.
En los dos últimos juegos de ese evento pasó a jugar el center field porque Víctor Mesa sufrió fractura de uno de sus tobillos, quien fue sustituido en el equipo por Fernando Hernández. Como jardinero central de Cuba y sexto bate Contreras estuvo bien en la Copa Intercontinental celebrada en Edmonton.
Allí compiló sobre 400 en la etapa clasificatoria y llamó la atención de varios scouts por su talento como jardinero. Aunque estuvo bien se esperaba más de él, por momentos tuvo fallos defensivos y estuvo por debajo de su calidad ofensiva, principalmente en los dos partidos de semifinal y final que lo hicieron terminar en todo el torneo con promedio de 389.
En esos días Víctor Mesa, hospitalizado en Cuba, en entrevista concedida a Enrique Capetillo de la Revista Bohemia dijo: “Quiero decirte que Lázaro Contreras es un jugador de gran explosividad y considero que no solo es capaz de sustituirme, sino de hacerlo mejor en cualquiera de los tres jardines y ello lo demostrará en el resto de la competencia.” Un mes después formó parte de un equipo Cuba que fue una mezcla de jugadores que estuvieron en la Intercontinental con miembros del Cuba B y jugadores juveniles. Con ese seleccionado estuvo en un tope en Panamá, la primera y única Copa Panamericana “Simón Bolívar” y la I Copa Meteoro.
En los tres alineó como segundo, quinto y sexto bate, finalizando entre los primeros bateadores con promedios superiores a 400. Fue miembro de los equipos Todos Estrellas como center field primero y después como jardinero derecho porque se situó a Javier Méndez en el center al poseer menos brazo que Contreras y jugar Luis Giraldo Casanova de bateador designado por molestias en la cintura.
En la Copa Simón Bolívar, evento clasificatorio para el Mundial de Holanda en 1986, hizo un sensacional engarce en el jardín central en juego contra Estados Unidos tirándose de cabeza en diagonal entre center y right para fildear una línea que de picar hubiera sido un extrabase con hombre en primera base, listo para anotarle a su coterráneo Jorge Luis Valdés. En la semifinal contra Colombia tuvo tarde de 3-1 con una anotada y una impulsada por fly de sacrificio. En el juego final de la Copa Simón Bolívar, contra Puerto Rico, bateó de 4-2 con un doble, dos anotadas y una impulsada.
Contreras era una figura estrella hacía dos series, pero seguía creciendo como la espuma y así lo demostró en la Temporada 1985-1986, inesperadamente la última de su corta, pero fructífera carrera. En la Nacional tuvo buen rendimiento en el capítulo de las anotadas, hits, dobles y promedio de 324, entre los primeros. En la Selectiva estuvo mejor -por primera vez logró un average superior a 300 en esos certámenes con las veces al bate requeridas- con marca personal de 329 de promedio ofensivo. También estuvo muy bien en los departamentos de anotadas, octavo en hits con 75 y dobles donde fue cuarto con 15.
Aunque ofensivamente en average y en algunos departamentos estuvieron mejor que él los jardineros centrales Víctor Mesa –sublíder en bateo con 383-, Jorge García y Javier Méndez. Dos semanas (18 días) después de la Selectiva, Contreras fue miembro de un equipo Cuba que fue a una Gira de siete juegos por Japón, integrado por jugadores menores de 25 años con buen rendimiento en la temporada.
En cuyo equipo estaban Orestes Kindelán, Juan Padilla y Jorge García, quienes luego harían el team Cuba A ese mismo año. Contreras fue la gran figura del equipo como tercer bate y center field donde encabezó los cuadrangulares con 4. Al concluir la gira por tierra nipona faltaba un mes para los Centroamericanos a celebrarse en República Dominicana a partir del 24 de junio. Al regresar de Japón lo acechaba la muerte, víctima de un crimen pasional.
Cuando arribó a Ciudad Habana no siguió para su casa en Jovellanos, se quedó festejando por todo lo alto y llegó casi 24 horas después a su hogar bajo fuertes efectos del alcohol, sin aún quitarse un moderno mono deportivo de color azul marca Mizuno. En la casa lo esperaba una iracunda esposa que ya le había advertido en forma amenazadora que no le perdonaría una infidelidad más. Contreras había hecho caso omiso a las amenazas, las últimas habían sido de muerte.
Esa fatídica madrugada llegó en tal grado que cayó desplomado en la cama. Su mujer y madre de un pequeño vástago, fruto del matrimonio, tenía un galón de gasolina escondido en el baño, se lo roció en su cuerpo haciendo énfasis en los genitales y prendió fuego. Contreras estaba indefenso, nada pudo hacer, la mujer se encerró en el baño, mientras él ardía. Al final, como a las siete de la mañana, pudo escapar de aquel infierno ayudado por vecinos que se habían movilizado por la peste a carne quemada y los ruidos.
Contreras fue llevado primero a Matanzas y después al Hospital Clínico Quirúrgico “Joaquín Albarrán” en Ciudad de la Habana. Sobrevivió inicialmente, pero al saber que no podría volver a jugar beisbol y ver horrorizado como había perdido los genitales y el pene, sencillamente no quiso vivir más y poco a poco fue involucionando hasta que una semana después fallecía. La noticia de su muerte producto de asesinato con fuego fue difundida nacionalmente por los medios de difusión masiva. Esto llenó de luto a la pelota matancera y cubana.
El pueblo lloró su muerte. Personalmente la sentí muchísimo, aún la siento; primero, como ser humano y segundo por la clase de jugador que se perdió en la flor de la vida y carrera atlética. Contreras no había cumplido los 24 años, nació el 28 de agosto de 1962. Su esposa cumplió condena de veinte años. Dos décadas después salió de la cárcel, esa tarde al llegar a la estación de trenes de Jovellanos cayó en el andén y perdió una pierna en accidente ferroviario.
Al parecer Los Santos, invocados por los famosos santeros matanceros, habían actuado. Todo lo relacionado con su muerte me lo relató Fernando Sánchez en entrevista en el año 2009, con un amigo suyo y de Contreras presente en la misma. Por otra parte, Pedro José Rodríguez me comentó que siempre se ha preguntado como Contreras pudo ser sorprendido así, pues era famoso y hasta objeto de motes dentro del Team Cuba por su agilidad física y mental. De Contreras cabe hablar sobre lo que hizo en la pelota cubana, pero también preguntarse hasta donde hubiera llegado.
Algunos siguen planteando que hubiera desplazado del center field del equipo Cuba a Víctor Mesa. En lo personal no creo eso, aunque cualquier cosa que se esgrima es caer en especulación. Considero que Víctor seguiría siendo lo que fue, la súper estrella de la posición.
En este trabajo pongo a consideración las estadísticas de ambos en las seis temporadas que coincidieron, los números de Víctor fueron mejores y solo era dos años mayor que Contreras con tres series más jugadas que el ídolo matancero. No obstante, en las tres últimas temporadas Contreras estuvo mejor que Mesa en algunos departamentos menos en impulsadas, bases robadas y average, aunque Víctor perdió el cuarenta por ciento de la temporada de 1986 debido a la lesión del tobillo sufrida en Estados Unidos.
Estaban parejos en varias estadísticas ofensivas y a la defensa Contreras compiló 975, dos puntos más que Mesa. Pero Víctor era más explosivo, inteligente y despierto jugando pelota, era un poco más completo como bateador, en cuanto a fuerza al bate, conectando hacia el right y en las robadas, pues Contreras era muy rápido, pero no había aprendido a ser buen estafador. A la defensa también era más explosivo, espectacular y cubría un poco más de terreno que Contreras, aunque este poseía brazo más potente.
En sentido general el número 11 matancero secundaba a Víctor, lo admiraba y hasta imitaba en su emulación con este. Ambos desarrollaron una gran rivalidad en el terreno de juego que mucho disfrutamos. Entre 1983 y 1986 era un espectáculo ver los enfrentamientos entre anaranjados y yumurinos, en gran parte por las actuaciones de Víctor y Contreras, todos queríamos ver qué traían de nuevo.
Me parece que Lázaro se empleaba más a fondo en esas subseries y Víctor Mesa ni hablar. Pero a Contreras le faltaba algo para llegar a Víctor y era la genialidad de este jugando pelota. Por momentos el matancero parecía desconcentrado en el juego, algo lento mentalmente y hasta distraído con una excesiva alegría ajena a lo que ocurría en el juego. Recuerdo particularmente un juego en Villa Clara de la nacional 1984-1985 en que Víctor en su rivalidad con Lázaro Contreras le hizo tirar a home, cuqueándolo desde tercera para que tirara y fue quieto, así anotó carrera, el bateador corredor avanzó a tercera y así Mesa logró que el manager -Félix Isasi- sacara del juego a Contreras.
En esa subserie Contreras había sido clave con cuadrangular que decidió la única victoria henequenera e hizo un soberbio tiro a home que puso out a Amado Zamora, el corredor más rápido de la pelota cubana de entonces. Además, recuerdo como hizo score desde segunda base ante un error mental del entonces camarero novato Eddy Rojas. En otro partido ocurrió al revés, Contreras estaba en tercera y ante un fly al center amagó con irse para el plato, provocando a Víctor y este lo retó y Contreras se confió en sus rápidas piernas, pero se equivocó.
La Explosión Naranja lo puso out en home, disfrutando su jugada como él solo hacía. También recuerdo un juego celebrado en el estadio 5 de Septiembre de Cienfuegos en la Selectiva de 1984 en que Víctor estaba en segunda base cuando Gourriel dio hit al left donde cubría Contreras y este estuvo pasivo en agarrar el rolling y hacer la devolución al cuadro. Mesa aprovechó el desliz, dobló como un bólido por tercera y fue quieto en home a pesar del certero tiro de Contreras. Siguiendo en el campo de la especulación, pero basándome en la calidad de Contreras, de lo que ocurrió en la pelota cubana después de su muerte, en lo que lograron otros bateadores y jardineros de su época, pienso que él hubiera logrado grandes números en su carrera.
Nacionalmente Contreras pudo haber jugado una docena de temporadas más y alcanzado estadísticas que otros lograron como mil anotadas, dos mil hits, 300 dobles, 200 jonrones y average histórico superior a 300. Considero que para Víctor Mesa la presencia de Contreras no habría sido un problema, pues este jugaba los tres jardines y hubiera sido lo que ya era: el cuarto jardinero del Team Cuba, el perfecto utility del outfield.
Pienso que hubiera estado cerca de una década más en el plantel nacional y otros jardineros, principalmente centrales, hubieran hecho menos equipos Cuba o hubieran llegado a este más tarde. Me refiero a Jorge García, Javier Méndez, Ermidelio Urrutia, con quienes coincidió cinco temporadas, y el también oriundo de Jovellanos José Estrada, apenas cinco años más joven que Contreras. Aunque también pudieron haberlo marginado del equipo nacional como le hicieron a otros estelares que luego se desmotivaron y eclipsaron.
Ahora los dejo sobre lo que me manifestó Víctor Mesa sobre Contreras en entrevista concedida en el 2009:
“FRA: Hablando de matanceros y jardineros y sobre todo porque mucha gente sigue especulando y tejiendo leyendas, ¿Qué opinión tienes de Lázaro Contreras y qué hubiera ocurrido en los jardines del Cuba de no haber sido asesinado?
VM: Contreras era buen jugador, buena persona, tremendo atleta y con tremendo camino por delante, pero bueno, la luz se le apagó… Dios no le dio más.
FRA: Para mi tu época fue la de oro de Series Nacionales, en particular los jardines y principalmente el center field, pues coincidiste con otros estrellas en esa posición como Javier Méndez.
VM: También Pablo Hernández y Jorge García. Tremendos tres peloteros.
FRA: También Ermidelio Urrutia, Contreras y el propio Casanova que jugó mucho en el center. De Contreras algunos siguen diciendo que te hubiera desplazado del equipo nacional.
VM: Eso también me ayudó a ser mejor pelotero porque había que batear más y esa gente que estaban atrás no podían quitarme el guante. No, no, no se lo entregué a ninguno. A Contreras tampoco se lo iba a entregar. Eso lo digo para los santeros y amigos suyos. Nosotros hicimos juntos equipos Cuba y él jugó en el right field. Te lo digo porque todavía en esta época se sigue elucubrando sobre eso, los otros días uno en Santa Clara me dijo que si Contreras hubiera seguido me hubiera tumbado. Le contesté que me están hablando de una gente que fue tremenda persona, hombre y pelotero que ya no existe. Le dije que si quería ya mejor me metiera a dios por el medio para que me mate de una vez. Me siguen buscando gentes, rivales porque al parecer no querían que yo siguiera siendo lo que fui.”
Todos los años se hace una Copa de Beisbol provincial con su nombre en su municipio natal. Duele pensar no solo en su prematura muerte, sino también en lo poco que saben de él los jóvenes menores de 30 años, pues ya ni sus estadísticas impresionan mucho si las miramos fríamente (por un hit no compiló 300 de por vida). Pero en la actualidad me sobran los dedos de la mano para contar peloteros que tengan su calidad. De los actuales hay uno que se me parece mucho, solo se diferencia en que es más alto y fornido que Contreras, me refiero al cienfueguero Yasiel Puig.
Ojalá este artículo sirva para recordar al ángel caído del center field de la pelota matancera y cubana, al segundo mejor jardinero central de los que he visto en Series Nacionales. Fernando Rodríguez, 10 de noviembre de 2011. Actualizado en marzo 12, 2015.
Lázaro Contreras en números (Fuentes estadísticas: Archivo personal del autor)
Total en 6 Nacionales con Henequeneros (1980-1986):
JJ VB C H 2B 3B HR CI BB K BR TB SLU AVE
333 1225 210 379 53 15 33 159 159 76 26 561 458 309
Total en 6 Selectivas con Matanzas (1981-1986)
JJ VB C H 2B 3B HR CI BB K BR TB SLU AVE
256 832 134 237 40 6 21 100 115 43 19 352 423 285
Acumulado total de Lázaro Contreras en 6 Series Nacionales y 6 Selectivas (1980-1986):
vb ca h 2b 3b hr ci bb bi k db fs sh br cr tb slu ave
2057 344 616 93 21 54 259 274 17 119 33 16 21 45 29 913 444 299
Total de Víctor Mesa en 6 Nacionales y 6 Selectivas que coincidió con Contreras (80-1986):
vb ca h 2b 3b hr ci bb bi k db fs sh br cr tb slu ave
2287 428 717 98 27 63 338 205 17 269 37 24 6 162 69 1058 463 314
Labor defensiva de Contreras en Series Nacionales (CF, LF, RF y 2B).
JJ INN O A E TL AVE DP TP
589 4725.0 1300 90 36 1426 975 18 0
INTERNACIONALMENTE (10 torneos)
Copas Intercontinental-1985 (clasificatoria):
jj vb ca h 2b 3b hr ci db tb slu ave
7 27 7 12 1 0 2 7 1 19 704 444
Copa José Antonio Huelga-1984:
jj vb ca h 2b 3b hr ci bb k bi db fs br cr tb slu ave
6 24 6 11 4 0 3 5 4 0 0 0 0 0 0 24 1000 458
Juego extra y final vs Cuba B en Copa José Antonio Huelga-1984:
jj vb ca h 2b 3b hr ci bb k bi db fs br cr tb slu ave
1 4 1 2 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0 0 5 1250 500
Copa José Antonio Huelga-1985:
jj vb ca h 2b 3b hr ci bb k bi db fs br cr tb slu ave
8 28 3 7 0 1 1 5 2 2 0 1 0 4 1 12 429 250
Total en 2 Copas José Antonio Huelga en 1984 y 1985:
jj vb ca h 2b 3b hr ci bb k bi db fs br cr tb slu ave
15 56 10 20 0 1 5 11 6 2 0 1 0 4 1 41 732 357
Copa Panamericana Simón Bolivar-1985 (etapa clasificatoria):
ji vb ca h 2b 3b hr ci bb k tb slu ave
7 29 5 13 3 1 1 9 3 2 21 724 448
Copa Meteoro de la Confraternidad-1985:
Jj vb ca h 2b 3b hr ci bb k tb slu ave
5 22 4 10 0 0 0 4 0 0 10 455 455
Fernando Rodríguez es autor de los libros "Pase usted Señor Jonrón. La verdad sobre Cheito Rodríguez", "Armando Capiro. Grande por siempre" y "Antonio Muñoz. Del Escambray a Tokio". Los interesados en adquirir estas importantes publicaciones pueden llamar al autor al 786-523-5819 o contactarlo al email ferna.rodriguez74@gmail.com