Tiger Woods ha estado insistiendo en que su nivel de juego ha ido mejorando, a pesar de que los resultados no lo mostraban. En el primer día de actividades del torneo Wyndham, su marcador finalmente lo reflejaron. Woods tuvo su mejor ronda en más de dos años el jueves, firmando tarjeta de 64 golpes, seis bajo par. Erik Compton, que se ha sometido dos veces a un trasplante de corazón, William McGirt y Tom Hoge compartieron la cima de la primera ronda con 62. Morgan Hoffman, Jim Herman y Derek Ernst les siguieron con 63, mientras que Martin Kaymer, Davis Love III y Carl Pettersson se ubican al lado de Woods con 64 tiros.
Fue la mejor marca de Woods en la Gira PGA desde sus 61 golpes en la segunda ronda del Bridgestone de 2013. El y los otros tomaron ventaja de un día de bajas puntuaciones en el que llamó un "engañoso" campo diseñado por Donald Ross en el Sedgefield Country Club que brindó una gran cantidad de birdies luego que la lluvia matutina suavizó las calles y los greens. "Cuando las condiciones son como estas, uno debe lanzar dardos y mantenerse bajo", indicó Woods. Y si bien Compton y McGirt amenazaron con romper el record del torneo, la atención se centró en Woods.
Su buen resultado no pudo haber llegado en mejor momento para el jugador más conocido del golf. Woods marcó la pauta al meter un tiro de 54 pies en su primer hoyo, el 10mo par cuatro, en el primero de sus siete birdies. "Finalmente", dijo, "saqué algo positivo de mi ronda". Woods llegó al torneo insistiendo en que estaba jugando mejor de lo que indicaban sus recientes resultados.
AP