El campeonato mundial juvenil, que reúne a 563 atletas de hasta 18 años de 54 países y sirve de test para Rio-2016, se disputa hasta este sábado. "La noté impecable, no vi nada de basura, no supe de nadie que se haya enfermado, la calidad es óptima", dijo a la AFP el argentino Enzo Zanghi, de 18 años.
"No vi nada errado. ¡Aprobado!", expresó el boliviano Alex Lawson Bass, de 16 años. Aunque sin llegar al grado de contaminación de la bahía de Guanabara, considerada el basurero más bonito del mundo, al pie del Pan de Azúcar, las aguas de la laguna Rodrigo de Freitas, otra postal de la ciudad 'en el sobaco' del Cristo Redentor, presenta niveles preocupantes de polución. El presidente de la federación venezolana de remo, José Silva, identificó "algunos sectores en los que se necesita hacer más hincapié en la limpieza".
El brasileño Thiago Silva (17) habló de un "olor desagradable" que va y viene en el recorrido, según dijo al diario Folha de Sao Paulo. Algunos atletas se limpiaban las manos con alcohol en gel tan pronto salían del agua. La Federación Internacional de Remo realizará pruebas al agua después del torneo para asegurarse "que no hay ningún peligro en especial para los atletas", dijo su presidente, Matthew Smith, al sitio Globo Esporte.
Los jóvenes remeros se mostraron más preocupados con el viento, que es muy fuerte en esta región e incluso obligó a adelantar las finales del domingo al sábado. Un ráfaga puede causar problemas en la remada y hasta voltear barcos, aunque también puede ayudar a ganar una carrera. "Hay que trabajar el bote en condiciones malas, en olas, de costado. Después de los 1.000 es una pista diferente. Al principio está calmado, después se pica bastante", explicó el argentino Ignacio Pérez Burgos (18), compañero de Zanghi.
"La estructura del estadio es buena, la contaminación es un problema menos grave. Ahora, el viento es realmente malo. Puedo decir que es el peor lugar donde remé", lanzó por su parte la noruega Aasta Gran Andreassen (18) al sitio UOL. El test olímpico evaluó puntos operativos como la instalación de los carriles y el sistema de resultados.
El entrenador alemán Bernd Nennhaus dijo que "algunos detalles" necesitan mejorar. Se quejó del área de lavado de los botes, pequeña, y reclamó una falla con las salidas, que fue corregida rápidamente. Para los Juegos Olímpicos los organizadores deben instalar una tribuna flotante, pero el proyecto aún no fue terminado debido a una polémica por su impacto en el medio ambiente.
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