El colombiano James Rodríguez firmó un recital futbolístico en el Santiago Bernabéu para fulminar la sequía goleadora del Real Madrid de Rafa Benítez con un doblete de bella factura y una asistencia, en la goleada a un Real Betis que sufrió con Gareth Bale y se topó con un inspirado Keylor Navas (5-0). La falta de gol comenzaba a perseguir a Rafa Benítez que salió a cara descubierta a defenderse ante las primeras críticas en la víspera de la visita del Real Betis.
James, suplente en El Molinón por su estado físico, según justificó el técnico, demostró las razones por las que se ha convertido en indiscutible. En unos segundos ya había mostrado su importancia poniendo un pase medido a la cabeza de Bale para abrir el camino a una cómoda victoria.
Comenzó el partido ganando el Real Madrid gracias a James. Pegado al costado derecho puso un pase milimétrico a Bale, que a placer remataba de cabeza un tanto que necesitaba para justificar su presencia por el centro del ataque. Los de Benítez estaban lanzados y en un arranque sin freno pudieron sentenciar. Benzema perdonó una clara, chutando a los puños de Adán con Cristiano solo para marcar.
El portugués probaba suerte con una falta lejana, con potencia envenenada que sacó como pudo Adán. Comenzó superado el Betis, que con los minutos, cuando el Real Madrid redujo de marcha, adelantó metros. Xavi Torres lo intentaba sin éxito con su primer disparo. Se esperaba rotación en el lateral derecho madridista pero Benítez acelera la adaptación de Danilo dándole continuidad.
Segunda suplencia consecutiva de Carvajal que vio como el brasileño fue un atacante más. Hasta tuvo una ocasión clara para marcar que chutó al lateral de la red a los 18 minutos. Nada pudo hacer ante la obra de arte de James. Falta lateral. Nadie esperaba un disparo, todos un centro cerrado, pero el colombiano que no sabe firmar goles feos soltó un latigazo que describió una curva perfecta para besar las redes tras tocar la madera del poste. Por si la noche no era redonda apareció Keylor Navas.
Quedaban tres minutos para el descanso cuando una jugada de rechaces dejó el balón muerto, con todo a placer para marcar al goleador Rubén Castro. Cuando iba a chutar de la nada apareció con gesto felino el portero costarricense. Por primera vez escuchó su nombre coreado en la grada, en el inicio de una semana delicada con De Gea en el horizonte. No dio tiempo a que surgiese efecto el cambio de Pepe Mel, que dio entrada en el asueto a Jorge Molina, cuando Benzema ya había rubricado la sentencia.
De nuevo dos minutos después de sacar de centro, en una bonita jugada de equipo con asociación de James y Danilo, centro de Bale desde la derecha y cabezazo del francés que reapareció con gol. Era la noche de James, brillante en cada acción, haciendo mejorar el fútbol del Real Madrid, asistente y goleador. Se ganó la matrícula con otro tanto de bandera. De un disparo de Kroos sacó un control defectuoso que elevó tanto el balón que le dejó la posibilidad de inventar una chilena que rubricó en su doblete.
Solo faltaba por sumarse a la fiesta Cristiano, que no cesó de buscar el gol pero acabó entre gestos de desesperación. Isco inventó un pase de gol nada más entrar al campo pero Adán tapó el disparo del portugués. En otra acción fue Piccini el que sacó la pelota bajo palos.
El tanto de la honra no lo hizo el Betis ni de penalti. A la hora del duelo llegó tarde Varane y cometió la pena máxima. Rubén Castro se topó con Keylor que puso más picante a una situación evitable. El Bernabéu se rindió a él cuando la directiva pelea por la llegada de De Gea, tan buen portero como innecesario en el presente madridista.
EFE