A Lance Armstrong le sigue persiguiendo la polémica. Cada palabra del americano sobre sus desvaríos con las sustancias dopantes es un puñetazo a los aficionados que le guardaron respeto durante una carrera de vino y rosas. Su última confesión: afirmar que se dopaba antes de sufrir cáncer. Según 'Usa Today', el exciclista lo habría confesado en un interrogatorio en el marco de una investigación del gobierno federal norteamericano. "
¿Cuándo usaste por primera vez sustancias prohibidas? Probablemente en 1993. No estoy muy seguro de lo que hice hace 22 años, pero esto es lo que puedo precisar. ¿Y qué usaste en 1993? Synachten", reconoció un Armstrong que sufrió un cáncer testicular en 1996 que le obligó a retirarse por un tiempo de las carreteras. En 1993, año en el que podría haber comenzado a doparse, el americano conquistó su primera etapa del Tour, el Campeonato de Estados Unidos en Ruta y el Campeonato del Mundo en Ruta.
Esto podría haberlo hecho gracias al Synachten, que es una proteína que estimula al organismo para que incremente la producción de hormonas corticosteroides más allá de lo necesario para un funcionamiento normal del metabolismo. Figura en la lista de sustancias prohibidas del Código Mundial Antidopaje porque permiten al deportista entrenarse más fuerte y repetidamente y le da un plus de agresividad en la competición.
El exciclista estadounidense Lance Armstrong reconoció en 2013 que utilizó sustancias para mejorar su rendimiento en el Tour de Francia, en una entrevista exclusiva con la periodista Oprah Winfrey, según adelantaron los medios estadounidenses. Armstrong perdió los siete títulos conseguido en el Tour de Francia después del informe inculpatorio que emitió la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA), del que no quiso defenderse y por lo que fue suspendido de por vida del ciclismo.
El informe de la USADA detalló un programa sistemático de dopaje con sus compañeros de los equipos US Postal Service, y que muchos de ellos fueron los que denunciaron cómo eran sometidos al dopaje que lideraba el propio Armstrong, que tras conocerse el informe perdió de inmediato todo el apoyo de los patrocinadores que tenía como atleta "modelo" y héroe deportivo.
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