Tres zarpazos del Atlético, uno en la primera parte y dos en la fase final del choque, hicieron enmudecer al Ramón Sánchez Pizjuán (0-3) y que el equipo madrileño consiguiera su segunda victoria del campeonato, ante un Sevilla que peleó mucho en la segunda mitad por el empate pero que recibió un excesivo castigo.
El equipo local no encontró la fórmula en la primera parte, en la que el Atlético controló bien en todas las facetas del juego, pero en la segunda se hizo merecedor a marcar ante un rival que tiene los conceptos muy claros y que no perdonó cuando tuvo la ocasión. Los atléticos utilizaron mucho su banda derecha para que Juanfran Torres le diera juego sobre todo al francés Antoine Griezmann, quien hizo gala de su peligro cuando tuvo el balón.
La formación madrileña se hizo dueña de la situación ante un adversario al que le duró poco el balón y que casi siempre tuvo que correr hacia atrás con sus continuas pérdidas, pues ni su organizador, el argentino Éver Banega, ni el polaco Gregory Krychowiak estuvieron finos para conducir a los suyos. Así, ya rebasada la media hora, en el minuto 35 Koke Resurrección fue el mas listo en una indecisión de la zaga andaluza para cruzarle por bajo el balón a Beto y poner el 0-1. De ahí hasta el descanso, el equipo colchonero controló sin grandes agobios las acometidas del Sevilla, que llegó al área rival con poca fe y precisión, aunque también Oblak, cuando lo necesitó su equipo, estuvo en su sitio.
En la segunda parte el Sevilla dio un paso adelante y apretó sobre el área visitante para poner en aprietos a sus adversarios, quienes confiaron en su buen sistema defensivo y en su contragolpes para sorprender. El Atlético aguantó como pudo en la confianza de que al Sevilla se le fueran las fuerzas, aunque cerca estuvo Llorente de lograr el empate, pero el balón se le fue un poco cruzado.
Emery sacó al ucraniano Yevhen Konoplyanka y al danés Michael Krohn-Dehli para dar mas potencia a su ataque y después al francés Kevin Gameiro, éste por Carriço, que volvió a lesionarse, pero el tiempo pasó a favor de los intereses atléticos pese a que el acoso local fue constante ante la muralla visitante. Parecía que el empate del Sevilla podía llegar en cualquier momento, pero fue el Atlético, en uno de sus escasos contragolpes, el que puso el 0-2 por mediación de Gabi Fernández, quien se aprovechó de que su remate lo desvió al fondo de la portería Krychowiak, con lo que el partido quedó sentenciado, y más cuando el colombiano Jackson Martínez puso el tercero poco después de ingresar al terreno de juego.
EFE