Los récords son la forma que tienen los atletas para quedar inscritos en la historia y en el tiempo: Usain Bolt 9,58 segundos en 100 metros planos; Mike Powell 8,95 metros en salto largo. Just Fontaine, 13 goles en un Mundial. Este fin de semana, la nadadora húngara Katinka Hosszu, de 26 años, batió el récord de los 200 metros combinado individual en los campeonatos mundiales de natación que se realizan en la ciudad de Kazan, Rusia, este año. Su tiempo: 2 minutos, 6 segundos y 12 centésimas.
Y fue notable especialmente porque le sacó casi un segundo a la nadadora japonesa Kanako Watanabe, quien llegó en segundo lugar. Pero además porque era una prueba donde no se esperaba que se batiera la marca en el corto plazo: los 200 metros combinados femeninos habían registrado en el pasado sendos casos de dopaje que habían, por así decirlo, "maldecido” la prueba, en su desespero de las nadadoras por establecerse en la historia.
Además, su dificultad técnica –mariposa, espalda, pecho y libre cambiando cada 50 metros- le imponían un cierto rótulo de "prueba tabú". De marca inalcanzable e imposible de romper más allá de los 2 minutos, 6 segundos y 15 centésimas que había establecido la estadounidense Ariana Kukors en 2009. Y que solo había sido batido un par de ocasiones -legalmente- en los últimos 30 años.
Sin embargo, con un gran desempeño, Hosszu fue capaz de sobreponerse al muro, quedarse con el primer lugar y ubicarse arriba en la lista para ganar el oro olímpico en los próximos Juegos de Río 2016. Por esa razón, en BBC Mundo quisimos repasar los otros récords que son considerados casi "inalcanzables” en el deporte (aunque, claro, sabemos que en las competencias nunca hay nada escrito y la sorpresa está a la vuelta de la esquina…)
El salto imposible
La noche del 30 de agosto de 1991 fue especial para el atletismo: durante el mundial de Tokio y en un lapso de una hora fue batido dos veces el récord más antiguo de esta disciplina hasta ese momento, los 8,91 metros en salto en largo establecido por Bob Beamon en 1968. El primero en hacerlo fue Carl Lewis. "El hijo del viento", como se lo conocía, logró en su intento quebrar la marca con un increíble salto de 8,93 metros.
Las cámaras no dudaron en caer sobre él: el ganador de la medalla de oro en la prueba reina de los 100 metros en los Olímpicos de Seúl 88 ahora se quedaba con la marca más "sagrada" e intocable de su deporte. Pero faltaba el salto de un desconocido Mike Powell. Y fue impresionante: 8,95 metros para la posteridad del estadounidense, quien estableció el nuevo registro y se quedó con la medalla de oro en aquel evento.
Ya han pasado 24 años y el récord continúa allí.
Los 13 goles de Just Fontaine
En el fútbol hay muchos números, pero no ha sido un deporte que se destaque por el control riguroso de las estadísticas como en otras disciplinas. Sin embargo, hay varios récords que permanecen en las vitrinas y que nadie parece lograr alcanzar mérito suficiente para ubicar su nombre allí. Uno de ellos es el de los 13 goles en un Mundial de Fútbol.
Ocurrió en Suecia 58 –considerada una de las mejores Copas del Mundo- y el autor fue el francés Just Fontaine, quien al lado del inolvidable Raymond Kopa llevaron a Francia al tercer lugar de aquel torneo.
Su desempeño fue así: tres goles contra Paraguay, dos en la derrota contra Yugoslavia, uno frente a Escocia, dos contra Irlanda del Norte , uno en la derrota infringida al Brasil de Pelé en la semifinal, y cuatro contra Alemania Federal en el partido por el tercer puesto.
Hasta ahora ningún jugador ha podido superar esa cantidad de anotaciones en la máxima competencia del fútbol, pero el alemán Gerd Müller con 10 goles en México 70 y el brasileño Ronaldo con ocho en Corea-Japón 2002 estuvieron cerca de hacerlo.
Los 100 puntos de Wilt Chamberlain
El basquetbol en Estados Unidos es tal vez, y a diferencia del fútbol, una de las disciplinas deportivas que con mayor escrúpulo consigna sus estadísticas: hay récords para todos los gustos. Que se baten con el mismo ímpetu cada temporada.
Pero entre todos esos números existe uno que, cada vez que el juego avanza, parece quedar entronizado en la memoria de la gloria: los 100 puntos que consiguió el mítico Wilt Chamberlain el 2 de marzo de 1962 frente a los Knicks de Nueva York, y que sirvieron para la victoria 167-147.
La marca ha permanecido imbatible y llevó a la historia al hombre que lideraba a los Warriors de Filadelfia en aquel momento y que también marcó más de 60 puntos en tres partidos más. Sin embargo, hay otros jugadores que amenazaron con romper el espejismo de los 100 puntos. David Thompson, de los Nuggets de Denver, marcó 73 puntos el 9 de abril de 1978. Pero quien tal vez estuvo más cerca fue el escolta de Los Ángeles Lakers, Kobe Bryant, quien el 22 de enero de 2006 logró anotar 81 tantos en el partido que los angelinos le ganaron a los Raptors de Toronto.
Los 400 metros increíbles
El estadounidense Michael Johnson siempre corría con unas zapatillas brillantes que llamaban la atención en cada competencia.
Las cámaras solo seguían el rostro dorado de un hombre que fue el dominador de los 200 y los 400 metros durante varios años a finales de la década de los 90. Y que dejó una marca que muchos consideran imbatible: 43 segundos y 18 centésimas que consiguió en los mundiales de Bruselas de 1999 en la prueba de 400 metros. Aunque ya había logrado las medallas doradas en los Olímpicos de Atlanta en 1996 en los 200 y los 400 metros, su objetivo era dejar un registro inalcanzable. Y lo consiguió: 16 años después, esta disciplina siguen teniendo el mismo récord mundial y no aparece un atleta que pueda romperlo. Una de las razones, de acuerdo al especialista en deportes cubano Luis Daniel Mozo Cañete, es la dificultad de la prueba.
"Los 400 metros planos son tal vez la prueba más compleja del atletismo porque roza entre la velocidad y la resistencia y hay que preparar un cuerpo para ambas exigencias”, dijo.
¿Usain Bolt y 9,51 segundos?
Muchos expertos coinciden en lo difícil que un ser humano pueda batir la marcar de los 100 metros planos, que ostenta el jamaiquino Usain Bolt con 9,58 segundos. Sin embargo, dos académicos holandeses, John Einmahl y Sander Smeets, llegaron a la conclusion después de varios análisis al avance de las marcas a través de la historia y establecieron un posible límite definitivo: 9,51 segundos. Además, otras de las razones por las que no se considera del todo un récord inalcanzable es que el mismo Bolt, quien aún no se ha retirado, podría quebrar el récord, especialmente en las próximas olimpiadas de Río de Janeiro.
BBC