TORONTO — Cuando el manager de los Mellizos de Minnesota Paul Molitor constató la intensidad de los fanáticos en el Rogers Centre durante el debut de David Price con los Azulejos de Toronto, recordó sus días en el SkyDome hace más de dos décadas. "He vivido ese ambiente aquí antes", dijo Molitor, quien fue el bateador designado de los Azulejos cuando ganaron por última vez la Serie Mundial, en 1993. "Es algo bonito de ver. Los fanáticos de Toronto han tenido que esperar mucho tiempo".
Los Azulejos no se han clasificado a los playoffs desde entonces, pero su buena racha tras una serie de adquisiciones en la fecha límite de canjes tiene a la ciudad y al camerino entusiasmados. Triunfantes en sus últimos ocho partidos, Toronto sólo ha perdido una vez desde que obtuvo los servicios del estelar torpedero Troy Tulowitzki.
Después de añadir a Tulowitzki, Price, al jardinero Ben Revere y a los relevistas LaTroy Hawkins y Mark Lowe, los Azulejos viajaron a Nueva York y barrieron a los Yanquis el fin de semana para acercarse a un juego y medio de los líderes del Este de la Liga Americana. Incluso antes de la exhibición de pitcheo dominante en el Yankee Stadium, los jugadores ya percibían una sensación distinta. El abridor Mark Buehrle evocó 2005, cuando ganó la Serie Mundial con los Medias Blancas de Chicago. Blindados con una potente ofensiva y buenos lanzadores, los Azulejos tienen una aureola de invencibles.
"Había momento en los que perdíamos por dos carreras en el séptimo inning y todo era como, 'no nos importa, vamos a ganar este juego, de alguna forma vamos a ganar este juego' y lo ganamos", dijo Buehrle recientemente. Encabezados por Josh Donaldson –un candidato al premio al Jugador Más Valiosos– y los toleteros dominicanos José Bautista y Edwin Encarnación, los Azulejos lideran las mayores con 5.28 carreras por juego. Luego de sumar a Tulowitzki, Donaldson les catalogó como "la mejor alineación en las Grandes Ligas". Ahora mismo nadie se atrevería a ponerlo en duda. El pitcheo de Toronto también mejorado drásticamente. Los lanzadores apenas permitieron una carrera en tres juegos contra los Yanquis, manteniendo el patrón mostrado al barrer a los Mellizos en cuatro juegos.
Esa combinación de poder al bate que el piloto de los Reales de Kansas City Ned Yost describió como "fuera de serie" y el pitcheo oportuno han redundado en una fórmula exitosa. "Sinergía, es una buena palabra para describir a este equipo", dijo el nudillero R.A. Dickey.
"Es algo colectivo. Yo solo soy una pieza dentro del rompecabezas, al igual que Josh. Y por más que Tulo sea una estrella, él también es una mera pieza y eso lo sabemos todos. Es fabuloso poder jugar en un equipo así". Por más formidables que son sus bateadores, los Azulejos estaban fuera de los puestos de postemporada y rozando el porcentaje de .5000 cuando el gerente general Alex Anthopoulos de desprendió de varios lanzadores prospectos para apuntalar al equipo. Tras la llegada de los refuerzos, el Rogers Centre se ha llenado en múltiples ocasiones, y los Azulejos anticipan muchos juegos a casa llena en las próximas semanas.
En el terreno y en el camerino, la "sensación especial" que Buehrle indicó que es difícil de describir ha tenido un impacto indudable. "Estamos rebosando confianza, de eso no hay duda", declaró el manager John Gibbons. "Hemos repuntado desde que Alex completó esos canjes. Es un mejor equipo, no se puede cuestionar. Somos un mejor equipo".
AP