El británico Chris Froome, líder del Tour de Francia, considera que tiene compañeros suficientes para afrontar las etapas alpinas, pese a la retirada de Peter Kennaugh, la caída que sufrió Geraint Thomas y los problemas que arrastra Richie Porte. "Creo que voy a tener un buen equipo en los Alpes.
Es una pena el abandono de Kennaugh, pero venía arrastrando problemas. Thomas es un tipo duro, es galés, no se da por vencido y Porte se va encontrando mejor. Me han ayudado mucho hasta aquí y estoy seguro de que lo seguirán haciendo", indicó el ciclista del Sky.
Thomas sufrió una aparatosa caída en el descenso del puerto de Manse, cuando el francés Warren Barguil le sacó de la carretera y su cabeza golpeó un poste de la luz que había en la cuneta, pero pudo regresar a la carretera y solo perdió 38 segundos, por lo que conserva su sexta plaza en la general. El galés bromeó incluso con las consecuencias de la caída: "El médico quería asegurarse de que iba bien y me ha hecho algunas preguntas. Me ha dicho que quién era y le he respondido: Chris Froome".
El líder de la general consideró que está "en buena situación" para afrontar lo que resta de Tour, "con una buena renta", pero se mostró convencido de que sus rivales atacarán. "Quedan cuatro auténticas etapas y, tal y como hemos visto hoy, atacará Movistar, Tinkoff y Nibali. No descansarán hasta París", advirtió.
Froome dijo que hoy no se repitieron los problemas que tuvo con los espectadores en los últimos días y lo achacó al llamamiento de los organizadores y de otros compañeros del pelotón a evitar ese tipo de actos. Pese a todo, consideró "frustrante" que exista el clima de sospecha sobre su equipo y sobre las victorias de todos los grandes campeones ciclistas de los últimos años.
EFE