CINCINNATI, Ohio — Un cuadrangular en Cleveland, un triple en Cincinnati. En todas partes de su estado natal, Kyle Schwarber demostró que puede hacerlo todo. Schwarber disparó el domingo un triple de dos carreras que llevó al Equipo Estados Unidos a un triunfo de 10-1 sobre el Equipo Mundial en el Juego de Promesas, que fue dirigido por dos leyendas de la Gran Máquina Roja de Cincinnati.
El receptor de los Cachorros, apreció el significado de lo que representó su batazo, pues de niño, en Middletown, Ohio, su equipo predilecto eran los Rojos. Había soñado con el día en que pudiera jugar en el Great American Ball Park y ver lo que podía hacer. Y el domingo se quitó la duda y cumplió el sueño. "Fue fantástico subir esos escalones y pararse en el campo en el que crecí viendo a los Rojos", admitió Schwarber. "¡Los ojos se me abrieron! Pero a la hora de jugar, todo eso se fue". El cátcher de 22 años de edad tenía cerca de 100 familiares y amigos en la tribuna. Muchos de ellos estuvieron el mes pasado en Cleveland, cuando tuvo otro momento memorable.
Los Cachorros llamaron a su primera selección de 2014 al equipo principal, para jugar como bateador designado en junio. Bateó de 22-8 y pegó un cuadrangular en Cleveland. Luego fue enviado de regreso a Ligas Menores, haciéndolo elegible para participar en el Juego de Promesas. "De ninguna forma estoy decepcionado de volver a Ligas Menores", señaló. "Uno de los beneficios fue poder jugar aquí. Esto es increíble".
El Equipo Estados Unidos — dirigido por el ex jardinero de los Rojos, Ken Griffey Sr. — acumuló 13 hits, incluyendo un jonrón de dos carreras de Josh Bell, de los Piratas. El único jonrón del partido fue otro inesperado momento para el primera base, quien en estos momentos debería estar saliendo de la Universidad. Para el Equipo Mundial, que jugó bajo el mando del cubano miembro del Salón de la Fama, Tony Pérez, inicialista de la Gran Máquina Roja. El primer bate, el dominicano Ketel Marte, de los Marineros, tuvo un par de sencillos y produjo una carrera. Marte, de 21 años, batea para .343 en Triple-A Tacoma esta temporada.
Griffey fue cuestionado sobre si había algún incentivo personal con respecto a vencer a su ex compañero de equipo, conocido como Doggie. "Quiero vencer a Doggie", admitió Griffey. "No quiero que me moleste los próximos 20 años, porque es capaz de hacerlo".
Por Joe Kay / Associated Press