LA SERENA — Jamás hay que subestimar a un campeón y menos si atesora una célebre garra. Uruguay y Paraguay terminaron empatados el sábado 1-1 y ambos se retiraron satisfechos porque ambos se instalaron en los cuartos de final de la Copa América. José María Giménez abrió la cuenta para Uruguay e igualó Lucas Barrios, en ambos casos de cabeza y en la primera etapa.
El Grupo B quedó definido en el rubro de clasificados con Paraguay con cinco puntos, Argentina y Uruguay con cuatro. La acción se cerraba más tarde en Viña del Mar entre Argentina y la eliminada Jamaica (0). Uruguay cosechó el empate que necesitaba en un partido que le fue favorable y el que además lo benefició el repliegue de su rival que salió a la cancha ya instalado en cuartos de final. El campeón defensor podría enfrentar a Chile en los cuartos de final. "Había mucho en juego, el prestigio, el escudo, un país atrás", comentó Giménez, defensor del Atlético de Madrid. "Ninguno de los que está acá juega para empatar, ni para perder, juega para ganar".
Fue un partido friccionado entre dos equipos que cultivan la garra y que fueron finalistas de la Copa América que ganó Uruguay en Argentina 2011. Entre defensas impenetrables, los goles llegaron en ambos casos en jugadas calcadas y de pelota parada, una táctica en la que suelen trabajar los técnicos Oscar Tabárez, de Uruguay, y Ramón Díaz de Paraguay. Giménez abrió la cuenta a los 28 tras un tiro de esquina ejecutado por Carlos Sánchez y Barrios igualó a los 44 por misma vía tras ganarle la posición a Giménez en el córner de Edgar Benítez.
"Muy contento de demostrar la fuerza que tiene Paraguay, que es una selección importante y lo demostró desde el primer partido", dijo Barrios, que metió su segundo gol del torneo. Paraguay empató 2-2 con Argentina y superó 1-0 a Jamaica en los otros encuentros. "Empatarle a un rival que sabemos lo difícil que es Uruguay, y también empatarle a Argentina, creo que estamos más fuerte que nunca", agregó.
Pese a tomar precauciones defensivas porque el empate lo clasificaba, Uruguay arrimó peligro en sus contragolpes, como ocurrió al promediar el complemento cuando Christian Stuani capitalizó un centro de Maxi Pereyra y su cabezazo rozó el vertical izquierdo de Justo Villar. Paraguay acusó recibo que no le convenía entrar en el golpe por golpe, por lo que ambos equipos dejaron correr los minutos reservando energías para la nueva etapa que se avecina. El choque los encontró en momentos opuestos: Uruguay atraviesa su noveno año del segundo proceso de Tabárez y Paraguay está dando sus primeros pasos de la mano del argentino Díaz.
AP