Suiza es conocida por ser una nación pacífica, aunque ahora la embajada del país europeo en Venezuela está en pie de guerra por nada más y nada menos que unas pelotas de golf. Hace unos días en una de las vallas que protege la embajada suiza en la capital venezolana, que se encuentra situada junto al campo de golf del Caracas Country Club (CCC), apareció un gran cartel en el que se advierte que si las pelotas que se utilizan para practicar este deporte hieren o matan a cualquier persona que se encuentre dentro de la misión diplomática se estará violando la Convención de Viena.
En el letrero se recuerda que la embajada es territorio suizo y que si ocurren daños personales a consecuencia del lanzamiento de las pelotas de golf, los responsables deberán responder por sus acciones. "Lanzar pelotas en esta residencia es un peligro para cualquier persona que está en territorio suizo y una violación de la Convención de Viena. Si una pelota de golf hiere o mata a alguien en el suelo de Suiza, será exclusiva responsabilidad del jugador y del C.C.C.", se puede leer en el cartel. La Federación Venezolana de Golf (FVG) dijo haber recibido la colocación del letrero con "estupor" y aseguró que le parece una "reacción desmedida", pidiendo que el cartel sea retirado.
Riesgos menores
"Cuando el Gobierno suizo decidió ubicar en ese inmueble la residencia del embajador lo hizo con el conocimiento de que el mismo colindaba inmediatamente con un campo de golf, lo cual comporta ciertos riesgos menores de accidentes deportivos que no fueron juzgados como un peligro para esas instalaciones de modo que voluntariamente asumieron esos riesgos", indicó la FVG.
Para la FVG "no hay nada en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas que permita establecer relación jurídica alguna, ni en Venezuela ni en Suiza, entre la Confederación Helvética y los golfistas que practican este deporte en los campos del Caracas Country Club, por desafortunada que pueda ser su puntería".
La embajadora suiza en Venezuela, Sabine Ulmann, le dijo a la agencia de noticias Reuters que no tenía nada que decir sobre el letrero colocado en su residencia, que se encuentra en una zona acomodada de Caracas, junto a las misiones diplomáticas de otros países europeos. Según recuerda el periodista de BBC Mundo Carlos Chirinos, en 2006 el Caracas Country Club, uno de los clubes privados más exclusivos de Venezuela, estuvo en el punto de mira del gobierno del fallecido Hugo Chávez, que barajó la posibilidad de expropiarle unos terrenos para construir viviendas sociales, algo que finalmente no sucedió.
BBC