Neymar ya es historia en esta Copa América. El futbolista del Barcelona abandonó la concentración de Brasil después de que la CBF declinara recurrir la sanción de cuatro partidos que impide a la estrella brasileña jugar más en el torneo.
La expulsión ante Colombia y el fuerte altercado que tuvo en el túnel de vestuarios con el arbitro chileno Guillermo Osses terminaron con una aventura que prometía mucho tras lo visto en su debut ante Perú. Ya sin posibilidad de jugar, tan sólo entrenar, el futbolista notificó al cuerpo técnico su idea de dejar la concentración y no alterar de ninguna manera la concentración de sus compañeros, lo cual explica en una nota difundida a través de las redes sociales:
“Esperé con mucha fe y esperanza hasta este momento por la posibilidad que tenía aún de actuar en la Copa América. Desgraciadamente, no será posible. Sé que mi presencia en el grupo es importante como la de los demás jugadores que ahora más que nunca deben estar totalmente concentrados para los partidos que tenemos por delante. Nunca esquivé ser uno de los líderes del grupo y como capitán siempre me entrego en busca de victoria. Es es el momento de decisión. Independientemente de dónde esté a partir de ahora, acompañaré siempre a la selección apoyando y torciendo para el éxito de mis compañeros. Pero quedarme aquí sólo para entrenar me mata por dentro. Sin alegría ninguna. Es muy triste entrenarse y prepararse para algo…
Esa situación incluso me podría llevar a una lesión accidental que volvería todo más difícil aún, Necesitaba exteriorizar este sentimiento al grupo y a a los técnicos, que siempre me han ayudado. Si me quedara aquí, tal vez alteraría el ambiente de concentración. Pido perdón a mis compañeros pero estoy seguro de que salgo con un aprendizaje de mi carrera. Buena suerte, Brasil”.
Por Aritz Gabilondo /AS