Por Andrés Pascual
El cubano Erislandy Lara (21-2-2, 12 Ko’s) defendió exitosamente su faja superwelter AMB ante Delvin Rodríguez (28-8-4, 16 Ko’s), un dominicano entrenado y asistido en la esquina por otro cubano, Roberto Quesada. El quisquellano prometió previo al pleito que “sorprendería al zurdo”, no pudo, sin embargo, porque caminó con tranquilidad la distancia de 12 asaltos, el sorprendido fue el público, que regresó a los peores momentos del oriental, muy criticados, porque un boxeador que dio lástima no debió concluir de pie ante el Campeón Mundial.
La primera impresión que da Rodríguez es la de que puede ser cualquier cosa menos atleta: sin físico estilizado para el pugilismo, parece un hombre casado desde hace dos años, que duerme poco o mal, porque un hijo de meses, que llora mucho, no lo deja. O alguien que no come caliente hace 25 días. Sin embargo, aunque cada jab de Lara le desconectaba las piernas del sistema aparentando debilidad para asimilar, cayó una sola vez por knockdown, a escasos segundos de finalizar el 6to. Las tarjetas de los magistrados marcaron la unanimidad 120-107, aunque perdió, el individuo llegó un par de veces a la cara del cubano.
Delvin Rodríguez navegó sin distancia casi todo el pleito, porque la ventaja en alcance de Lara le impidió acercarse a la media; extrañamente, usó poco la derecha contra el zurdo, más extraño aún, pareció una pelea amateur, porque no hubo ni intentos de infight ni golpes a los planos bajos, único objetivo la cara. Fue otro programa de Haymon que, aunque la estelar fue un somnífero, va con éxito hacia lo mejor que ofrece la promoción boxística del momento.