BOSTON — En un sorpresivo cambio, el bombardero del Maratón de Boston, Dzhokhar Tsarnaev se disculpó por primera vez por el letal ataque, justo antes de que el juez lo sentenciara formalmente a muerte este miércoles. “Lo siento por las vidas que tomé, por el sufrimiento que les he causado, por el daño que les hice, es un daño irreparable”, dijo el estudiante de 21 años, rompiendo con más de dos años de silencio público. A las víctimas les dijo: “rezo por su alivio y por su curación”.
Después de que Tsarnaev comentara esto, el juez de distrito George O’Toole Jr. citó una línea de Shakespeare: “El mal que hacen los hombres vive después de ellos” y dijo que Tsarnaev no será recordado por su maestros, ni por sus amigos que decían estar a gusto con él o que mostró compasión por personas discapacitadas. “Por lo que será recordado es porque asesinaste y mutilaste a gente inocente, y que lo hiciste con alevosía e intencionalmente. Lo hiciste a propósito. “Te sentencio a la pena de muerte por ejecución”, concluyó O’Toole.
Tsarnaev miró hacia abajo y frotó sus manos mientras el juez pronunciaba su sentencia. La disculpa vino después de que Tsarnaev escuchó pasivamente por cerca de 3 horas la procesión de víctimas y sus familiares cercanos sobre los actos cobardes y asquerosos. “No es posible que él tenga alma luego de hacer estos actos terribles”, comentó Karen Rand McWatters, quien perdió una pierna durante el ataque y su mejor amiga, Krystle Campbell, falleció por las bombas. El resultado del proceso fue una conclusión inevitable: El juez pidió que le impusieran la pena de muerte luego del ataque del 15 de abril de 2013 que mató a tres personas e hirió a más de 260.
El único suspenso real fue si Tsarnaev diría algo cuando le dieran la oportunidad de hablar al final del proceso. Hasta este miércoles, casi no dijo nada públicamente desde su arresto hace más de dos años, ofreciendo ningún remordimiento o explicación. Su disculpa le tomó casi 5 minutos junto con referencias religiosas y rezos a Alá. Hablando con acento de su natal Rusia, hizo varias pausas, mirando como si buscara mantener su compostura.
Se mantuvo de pie y miró al juez mientras hablaba, pero habló de las víctimas. Veinticuatro personas, víctimas del ataque, dieron sus declaraciones ante la corte federal pidiéndole explicaciones y pidiéndole palabras de arrepentimiento que tanto anhelaban oír. Tsarnaev dejó en claro que estaba escuchando. “Para todos aquellos que se levantaron en ese estrado y hablaron, les digo que he escuchado con fuerza, con paciencia y con dignidad el sufrimiento que fue y lo duro que sigue siendo”, aseveró Tsarnaev.
AP
