Por Andrés Pascual
Yo no sé si es inteligente un pleito entre Miguel Cotto (40-4, 33 Ko's) y Saúl Álvarez primero, con el objetivo de que el ganador enfrente a Guennadi Golovkin, al modo mío de ver las cosas, se debe buscar la pelea entre el kazajo y el boricua, después, que el ganador se mida al Canelo. ¿Por qué? Porque quedaría fuera de acción uno de los dos que pueden ganarle al ex soviético y, cuando digo que pueden ganarle, es porque no veo con qué herramientas sometería a ninguno de los dos.
Hace algunos días, cuando comenté la pelea que Golovkin le ganó a Monroe jr, dije que el “fenómeno” tenía fisuras en la guardia y que todavía nadie conoce la capacidad de asimilación que necesitaría ante Cotto o ante el Canelo, porque no ha enfrentado a boxeadores de categoría que peguen y lo hagan bien, que lo preocupen en la defensa, a fin de cuentas, ningún contrario le ha dado con fortaleza ni continuado, porque Willy Monroe le dio un golpe en el 4to round y lo reculó al borde de ponerlo sobre hielo y sin zapatos, pero, al dice que de origen cubano, le faltó lo que les sobra al boricua y al mexicano: instinto de rematador y poder para noquear, además de empuje ilimitado en el caso del Canelo; en el de Cotto, la técnica para concluir y el uso perfecto de la mano izquierda para hacer daño, además de jabear.
Anoche en Barclays, Brooklyn, el boricua tiró dos veces en el 4to round al australiano Daniel Geale (31-4, 16 Ko's) hasta que, al 1:30, concluyó la pelea por intervención del referí ante la indefensión del oriundo del “down under”, de nuevo el gancho de zurda de Cotto hizo maravillas.
El Cotto que vimos en Nueva York exponiendo su faja mediana CMB contra el australiano Geale, noquea a Golovkin, LO NOQUEA sin cuentos y es a ese individuo al que debe buscar su esquina como próximo contrincante, para que, cuando elimine al kazajo, vaya por otra más grande contra Canelo.