Algunos jugadores del Bayen de Múnich se tomaron la derrota ante el Barcelona mucho peor que otros. Incluso llegaron a encararse con un Pep Guardiola por el que la mayor parte de la plantilla del conjunto bávaro sentía por lo menos una absoluta devoción cuando se produjo su llegada al club hace ahora casi dos años.
La forma en que perdieron complica muy seriamente sus opciones de meterse en la final de la Champions de Berlín, a pesar de que el ex técnico azulgrana cree que todavía les queda algún resquicio para la esperanza.
Quien más molesto estaba era Thomas Müller quien considera que su cambio por Mario Götze fue algo del todo incomprensible. El delantero dejó el campo visiblemente molesto. Tanto, que ni siquiera hizo ese gesto tan manido de los futbolistas de taparse la boca para que nadie sea capaz de saber a ciencia cierta qué han dicho.
A Müller no pareció importarle demasiado que todo el mundo pudiera entenderse. "¡Se puede acabar esta mierda!", se lamentó Müller cuando dejaba el terreno de juego del Camp Nou, según han recogido varios medios de comunicación alemanes tras leerle los labios al futbolista.
Más calmado, y de cara a la galería, trató de matizar su reacción. Aparentemente, con escaso éxito. "A todos nos gusta jugar, pero el entrenador es el jefe. ¿Qué se puede hacer?", apostilló.
DonBalon