Este sábado será un día histórico en Inglaterra. Por primera vez en 88 años, habrá una regata femenina sobre las aguas del Támesis. Han tenido que pasar 70 ediciones y mil improperios para que las chicas de Oxford y Cambridge diriman sus fuerzas en una lucha eterna que siempre fue exclusivamente para el género masculino.
Los buenos resultados del remo británico femenino en los Juegos Olímpicos alcanzaron el nivel excelso de los hombres y la idea de un trato más equitativo en la emblemática carrera fue tomando cada vez más forma. Eso, sumado a la aparición del fondo de inversión Investment Management, que se convirtió en el primer patrocinador de la prueba femenina ha sido clave para poner fin a los tabús.
El primer duelo femenino en las aguas del Támesis acaeció en 1927 pero desde ese día, ya nunca más se permitió a las mujeres participar el mismo ni en el mismo trayecto utilizado por los hombres sobre el río Támesis. Se sobrentendía que el género femenino no tenía la fuerza necesaria para hacer mover las embarcaciones durante 6,8 kilómetros que es la distancia que recorren los hombres y que este año podrán disputar las mujeres.
"Me dan ganas de pegarles", esgrimió Christine Wilson, una de las entrenadoras del equipo de Oxford, considera que este sábado será un día emotivo. "De donde comenzamos y el lugar en el que estamos ahora están a años luz", dijo a la BBC con ojos llorosos. Una de las asistentes de Wilson es Natasha Townsend, que representó a Reino Unidos en los Juegos Olímpicos de Pekín y Londres. "Estoy muy ofendida por la gente que ha remado conmigo y todavía preguntan si van a remar por la misma ruta? Me dan ganas de pegarles en la cara. La gente se sorprenderá del nivel que tienen", aseguró a la BBC Townsend.
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