Visualmente son impactantes. Los rostros de deportistas que en un momento de euforia abren su boca para exponer parte del sacrificio que han tenido que pasar para llegar hasta allí. En esas caras resalta la ausencia de dientes o la fractura de algunos de ellos.
"Las lesiones deportivas son la principal causa de la pérdida de dientes en adultos", alerta el doctor Lyndon Meehan, dentista del servicio de salud británico (NHS, por sus siglas en inglés) y quien trabaja en la organización Dental Trauma en Reino Unido. El problema, según el especialista, es que la gente toma la presencia de sus dientes por sentado y sólo se dan cuenta de su importancia cuando se enfrentan a la posibilidad de perder una o varias piezas de su dentadura. "Lastimosamente algunos caen en cuenta cuando ya es demasiado tarde", resalta.
Protección bucal
El doctor Meehan formó parte del equipo médico que atendió a los atletas durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Londres en 2012, además de proveer servicios al borde del campo a las asociaciones de rugby y fútbol de Gales y al club Cardiff City FC.
Para él es triste que mucha gente que practica deporte, en todos los niveles, están perdiendo dientes innecesariamente. "En muchos casos es porque no utilizan un protector bucal o porque llevan uno que no se adapta adecuadamente", explica.
Un estudio a 1.000 atletas en Brasil, por ejemplo, encontró que un 28% había sufrido un trauma dental. Y aunque el 52% sabía sobre los protectores bucales, sólo un 15% los usaba frecuentemente, lo que demuestra que las personas no optan por protegerse la boca a menos que haya un reglamento que los obligue.
Esta situación se agrava cuando el deporte se practica de manera recreacional, ya que es muy extraño que en esos casos se tomen las debidas precauciones.
"Veo regularmente el daño físico y psicológico que causa un trauma dental o la pérdida de un diente. Es por eso que encuentro frustrante que la gente que hace deporte no asume las medidas más simples para proteger sus dientes", comentó Meehan.
Un segundo
Lo que más tratan de resaltar los especialistas es que los deportes cada vez son más rápidos y físicos, y que no hace falta ser un deportista profesional o practicar un deporte de contacto para estar expuesto a una posible lesión dental.
"Conozco el caso de un jugador de rugby que dejó de usar su protector porque lo encontraba muy grande. En el primer partido de la temporada recibió un golpe y se fracturó los dos dientes frontales y sus raíces", explicó Meehan.
"Hicimos lo que pudimos para salvar los dientes, pero ahora él deberá a someterse a un tratamiento de por vida porque no utilizó el protector bucal".
No es extraño pensar que el rugby es uno de los deportes que ofrece un alto índice de trauma dental, pero también lo son el baloncesto (36% de las personas que sufren lesiones en los dientes) y las artes marciales (32%).
El hockey es uno de lo que menos lesiones presenta (11,5%), pero los especialistas creen que se debe a que es uno de los deportes más conscientes en cuanto a los avances en la protección bucal.
El que fuera defensor del Mónaco, el sueco Petter Hansson, perdió un diente en un partido de la liga francesa en 2010. El doctor Meehan recomienda el uso obligatorio de un protector para la mayoría de deportes, especialmente en las categorías infantiles ya que "mientras más temprano los niños comiencen a usar un protector bucal será más fácil que se convierta en la norma". Y como hay dos tipos de protectores, uno como un armazón y otro que se muerde, la recomendación es asesorarse por un especialista para saber exactamente cuál es el más indicado.
También está la posibilidad de que el dentista diseñe un modelo personalizado de acuerdo a las características de la boca.
Meehan reconoce que la razón de esta campaña es porque sólo basta un segundo para que en un mal choque con un rival, o en una mala caída contra el suelo, la persona pueda perder un diente. O parte de él.
BBC