BARCELONA (Jordi Blanco, ESPN) — A la entrada y a la salida. Enorme. Messi le regaló el balón a Suárez en el segundo 52 y Leo sentenció en el minuto 93 para dar un paso de gigante hacia el título de la Liga española. Trabajado, comprometido, afortunado, mucho, y listo, el equipo de Luis Enrique sumó esos tres puntos trascendentales con los que reafirmar su liderato.
Toda la presión en el Bernabéu. El Real Madrid debió esperar un 'favor' del Valencia y, seguro, lamentó la mala fortuna del equipo de Nuno. Porque el encuentro de este sábado en el Camp Nou fue de esos que marcan la realidad de un campeonato. Y acompañado de la suerte de los campeones el equipo de Luis Enrique dio un paso de gigante hacia el título.
El Valencia, tan necesitado en su lucha por entrar en puestos de Champions, se demostró un rival enorme y al que le abandonó la suerte de mala manera. Falló un penalti, lanzó un balón al palo y tuvo, sobretodo en la primera mitad, ocasiones sobrades para no irse de vacío. Pero Bravo y su poco acierto ante porteríaa le acabaron condenando.
Fue un partido con dos caras que supo ser bien estudiado por Luis Enrique. El Valencia fue por el Barça desde el inicio, no se vino abajo por el gol y ahogó en su zona de creación al equipo azulgrana, que sufrió como no se recordaba en el Camp Nou. Hasta el punto de jugarse más en su terreno que en el che.
Piqué, especialmente desafortunado, regaló dos balones de indudable peligro y cometió un penalti que Bravo atajó a Parejo en una jugada que puede, quizá, valer su peso en oro en la definición del campeonato.
No fue la mejor tarde del central catalán pero le salvó tanto la fortuna del equipo como el cambio de esquema de Luis Enrique en el descanso. Viendo que el lateral zurdo era poco menos que un coladero, el entrenador sacó del escenario a Adriano, puso en su lugar a Mathieu y metió en el centro a Rakitic. Y la segunda mitad cambió diametralmente. Mejor apoyado, Xavi tomó la manija junto a Messi, el Barça se hizo con el control del juego y el peligro disminuyó.
El equipo de Nuno siguió buscando a Bravo y le exigió… Pero para nada como hiciera en los primeros 45 minutos. El Barça, entregado a la lucha y peleado con el árbitro, que fue muy protestado por su 'extraña' forma de impartir justicia, supo sufrir por la importancia de un partido enorme.
Frenó el ritmo cuando fue necesario, devolvió un rondo cansino y poco espectacular pero necesario para cansar al rival y con calma se llevó el choque a su territorio. Definido en el primer minuto, el Barça no decidió hasta el último. Y entre uno y otro pasaron muchas cosas en el terreno de juego.
El Valencia demostró, sin duda, ser el mejor oponente, en cuanto a fútbol, que pisó el Camp Nou esta temporada, pero negado ante el gol primero y rendido a la lógica después acabó por irse de vacío. Y el choque acabó con la genialidad del genio. Con el Valencia volcado por el milagro, Messi se encontró el balón solo ante Diego Alves. En tiempo añadido. Fuera de tiempo. Fuera de todo. Y aunque el meta le adivinó, Leo no falló. Y cerró la victoria con el 2-0. Definitivo. Tres puntos de oro. Y toda la presión para el Real Madrid. Una semana menos y un poco más hacia el título.