BARCELONA — El Barça ya lleva 76 goles en la Liga, uno más que que el Real Madrid y Messi ya suma 30 dianas en la Liga, las mismas que Cristiano Ronaldo. Hubo un día en que el portugués aventajó en 12 dianas al argentino. Hoy la situación se adivina absolutamente al revés. Leo, en crack total, ha disparado al Barça y se ha disparado a la cima. Leo acabó la primera vuelta de la Liga con nueve goles menos que Cristiano.
En una primera parte de temporada excepcional el portugués se escapó de una manera que se supuso definitiva en la suerte de la temporada. A la que el Madrid se puso líder a principios de noviembre la figura de su estrella creció hasta el límite y la conquista del Balón de Oro se quiso presentar como el cambio definitivo en la cúspide.
Poco debían conocer a Messi quienes apostasen por ello, porque el argentino, competidor brutal, tomó aquel premio de la FIFA como un reto y desde que pasó como un fantasma por San Sebastián en el primer partido del año ha convertido su fútbol en arte. Y el arte en aplastamiento.
Jugados 16 partidos en este 2015, Messi ha marcado 18 goles. Alineado en 12 encuentros, Cristiano Ronaldo desde principios de año, suma siete dianas y ha sido incapaz de mantener en la cima a un Real Madrid que ha cedido, al menos de momento, el mando del campeonato.
Fue el de hoy domingo el sexto hat-trick de Leo esta temporada y su gol número 41 del curso, dando a entender a cualquiera que no solo está de vuelta, sino que probablemente nunca se marchó. El Barça cabalga al ritmo que le marca su estrella e instalado en la cima de la Liga se entiende que a partir de ahora Messi le llevará en volandas.
Acudió su hijo Thiago al Camp Nou para ver en directo el partido y la Pulga le regaló una nueva exhibición para guardar en los libros. Con el Madrid depresivo y Cristiano instalado en la duda, el Barça sonríe y Messi se consolida a lo grande. No hay reto que se le resista, no hay marca que no pueda batir y el Rayo, el atrevido Rayo que tanto gustó en la primera parte, lo acabó sufriendo en la segunda. Cuando Leo, el '10', decidió convertir la victoria en una goleada y en un festival. No hay mucho más que discutir. Al menos de momento.
Por Jordi Blanco ESPNDeportes.com