La ciudad de Hamburgo se proclamó candidata alemana para organizar los JJOO de 2024 tras derrotar claramente a Berlín, cuyo concepto no sedujo ni a la ciudadanía de la capital ni a la Confederación Olímpica del Deporte Alemán (DOSB). La ciudad hanseática, con 1,8 millones de habitantes, fue oficialmente designada por la asamblea de la DOSB, con el voto unánime, a mano alzada, de los asistentes a la sesión.
La asamblea tuvo lugar cinco días después de que los ocho miembros de la cúpula olímpica alemana "recomendaran" ya, también de forma unánime, el voto a Hamburgo. La derrota de Berlín en ese pronunciamiento previo del lunes fue tan clara que ni tan solo compareció hoy como candidata ante la asamblea, celebrada en Fráncfort, sino que lo hizo respaldando como toda la familia olímpica alemana a Hamburgo.
Junto al pronunciamiento previo de la cúpula de la DOSV hablaba a favor de Hamburgo el amplio respaldo a la candidatura entre los habitantes de la ciudad hanseática, mientras que entre los de la capital dominaba el rechazo. Berlín, que organizó en 1936 los llamados "JJOO del nazismo" que presidió Adolf Hitler, presentó por última vez una candidatura olímpica en 2000, que se llevó Sydney.
Al lastre del pasado se unen varios lamparones sobre la reputación de la capital, como el escándalo por los retrasos y sobrecostes acumulados por su futuro aeropuerto internacional, cuya apertura se prevé para 2017, con seis años de retraso sobre lo inicialmente previsto.
El presidente de la DOSB, Alfons Hörman, había llamado a brindar a Hamburgo un "claro respaldo", lo mismo que hizo ante la asamblea el ministro de Interior, Thomas de Maizière, responsable para el deporte del gobierno de Angela Merkel.
También como expresión de ese consenso, el alcalde de Berlín, el socialdemócrata Michael Müller, se dirigió a la asamblea de Fráncfort pidiendo el apoyo cerrado a Hamburgo, pese a que la derrota de la propia "sigue doliendo", admitió. Su correligionario y alcalde de Hamburgo, Olaf Schulz, se refirió a la oportunidad que representaba, para su ciudad y para el mundo, la celebración de unos JJOO bajo "estándares democráticos" y aludió, como precedentes, los de Barcelona de 1992 y los de Londres de 2012.
La decisión sobre la sede olímpica de 2024 le adoptará el Comité Olímpico Internacional (COI) en 2017 en Lima (Perú) y, hasta ahora, se considera que la favorita es Boston, a la espera de que se concretan el resto de candidaturas -Roma, París, Estambul o Doha-. Hamburgo convenció al DOSB y a su ciudadanía con un concepto que, de imponerse en la votación del COI, implicará unos costes de hasta 2.000 millones de euros, entre la construcción de nuevas instalaciones y habilitación de las existentes.
El núcleo del concepto está junto a la gran zona portuaria de la ciudad lo que, de prosperar la candidatura, cambiaría radicalmente la estructura de ese distrito. Hasta ahora, los gastos de la preparación para su candidatura se han estimado en 50 millones de euros.
La DOSB dispone ahora hasta el 15 de septiembre para formalizar su candidatura ante el COI, pero antes de ello deberá someterse la cuestión a un referéndum ciudadano.
Mientras desde Hamburgo se celebró, ya el lunes, la victoria y Berlín admitió deportivamente su derrota, en el resto del país se acogía la decisión con cierto escepticismo, por considerarse que a efectos globales la capital tenía mejores perspectivas de éxito frente a la teórica favorita, Boston.
EFE