MADRID — Atlético de Madrid se reencontró con el gol para hacerse con una victoria por 2-0 sobre el Getafe gracias a los cabezazos de Fernando Torres, quien se estrenó en Liga, y Tiago, ambos a balón parado durante la primera mitad. 45 minutos que sirvieron para que el Atlético de Madrid volviera en sí y recortara la distancia al tercer puesto a un punto justo cuando más lo necesitaba, pues el recurso predilecto del cuadro rojiblanco, el balón parado, parecía haber perdido efecto en los rivales. El gol también se resistía; sólo uno en los últimos tres encuentros de Liga.
El Atlético de Madrid se había atascado. Era cuestión de precisión, había insistido el Cholo. Casi de suerte. Un instante decisivo para que su equipo se quitara esa pesada losa. Esos que sólo Fernando Torres puede inventarse para cambiar la cara del Atlético de Madrid.
La ocasión encontró al Niño en la primera ocasión de peligro del conjunto rojiblanco. Un cobro de Koke desde la esquina derecha encontró al '19', que con un cabezazo la puso en el ángulo, inalcanzable para Guiaita para adelantar a los suyos. El alma se le fue al suelo al Getafe, que había salido con ánimo de llevarse una victoria más que necesaria para mantenerse alejado del descenso.
Apenas habían transcurrido tres minutos y el Niño acababa de desbaratar todos sus planes con un gol tan esperado por los colchoneros como significativo, pues marcaba su primer tanto en Liga en su segunda etapa como rojiblanco un día después de cumplir 31 años. Orillado por las numerosas bajas, Simeone se había encomendado a un equipo circunstancial y una pareja inédita en ataque, Jiménez y Torres, para recuperar esa tercera plaza que había dejado en manos del Valencia y reencontrarse con el gol. Y sus hombres intentaron responder.
Ayudados por la permisividad de un rival que ponía poca resistencia en defensa, el Atlético de Madrid creó un sin fin de oportunidades. La ventaja tempranera había permitido que los locales mantuvieran la calma y la frialdad para hilvanar sus jugadas. Sin embargo, el fantasma de la falta de precisión en el remate volvió a causar problemas. Falló Koke en dos ocasiones; con un balón que dio en el palo y en una oportunidad inmejorable frente a Guaita.
También Raúl Jiménez, con disparo desviado por pocos centímetros. Falló Torres, que intentaba redondear su actuación con un remate que detuvo el arquero. Otra vez el Atlético se quedaba en la raya y comenzaba a desesperarse cuando Tiago devolvió la calma en el último minuto de la primera parte. En una jugada a balón parado más para confirmar que el Atlético había vuelto en sí, Koke realizó un cobro de una falta sobre Juanfran.
Raúl Jiménez, que seguía la trayectoria del balón, lo peinó para dejárselo a Tiago, que completamente solo a centímetros de Guaita, marcó el segundo con un cabezazo.
El 2-0 puso orden en el Atlético y alarmó al Getafe, pues los del Cholo causaban estragos en la media y hacían de las bandas lo que querían. Los visitantes, partidos en dos, hacían lo que podían para intentar la remontada.
Pero sin muchas ideas , apenas tuvieron un puñado de tibios intentos que requirieron mayor atención de la defensa rojiblanca y poco más. El Atlético continuaba buscando el camino hacia el tercero, pero se diluía de nuevo en un juego pesado y bajaba la velocidad. Por intentarlo, hubo disparos desde todos los ángulos otros dos cobros de falta, que esta vez, salieron demasiado flojos. Conforme se acercó el final, Atlético comenzó a bajar la guardia animando a Getafe a despertar.
A 20 minutos del final, el cuadro visitante se animó con su primer intento de cara a gol. Un disparo de Escudero que reclamó la intervención de Oblak. Getafe intentó poner a prueba al esloveno en dos ocasiones más. Pero ni siquiera así recuperó la puntería inicial el Atlético. Se había gastado ya lo poca pólvora que había logrado acumular; apenas suficiente para que el Niño mimado de la grada devolviera la confianza a los suyos y Tiago, la efectividad al arma más poderosa del Atlético de Madrid.
Por Paola Nuñez ESPN
