Los Raiders de Oakland y los Chargers de San Diego anunciaron planes de compartir un estadio en Los Angeles, si ambos equipos no consiguen acuerdos para resolver la situación de sus propios estadios en sus sedes actuales.
Así, una ciudad que lleva más de dos décadas sin un equipo de la NFL tiene tres candidatos para mudarse ahí. Pero los expertos consideran improbable que los Raiders, los Chargers y los Rams de Saint Louis lleguen a jugar simultáneamente en la urbe.
El dueño de los Rams, Stan Kroenke, forma parte de un proyecto para construir un estadio de 80.000 butacas en el suburbio de Inglewood. La propuesta de los Chargers y los Raiders contempla la construcción de un estadio por 1.700 millones de dólares en Carson, a unos 24 kilómetros (15 millas) al sur de Los Angeles, y donde tiene su sede el equipo de fútbol de la ciudad, el Galaxy.
El comunicado emitido el jueves por la noche indica que ambos equipos han intentado y fracasado durante años en sus intentos por solucionar la situación de sus estadios en Oakland y San Diego, y señala que sin acuerdos en esas ciudades se verían obligados a buscar alternativas.
"Estamos contemplando esta opción de un estadio en Carson por un motivo bastante claro", señala el comunicado. "Si no podemos hallar una solución permanente en nuestros mercados locales, no nos queda otra alternativa que contemplar otras vías para asegurar la viabilidad económica de nuestras franquicias". Funcionarios de Carson respondieron el viernes con un acto en el Ayuntamiento, con aires de celebración.
Los aficionados de los Raiders ondeaban banderas del equipo y los funcionarios hablaron sobre la oportunidad de generación de empleos y el impulso a la actividad económica del área. "Cambiará nuestra ciudad para siempre", dijo el alcalde Jim Dear a los presentes. "Ustedes se encuentran en el lugar adecuado en el momento adecuado".
Es la más reciente de las propuestas que por años han tratado de que la NFL regrese al área de Los Angeles, donde una serie de anuncios y de proyectos arquitectónicos hasta ahora no han derivado en un estadio ni en un equipo que sea su inquilino.
El proyecto plantea la inusual posibilidad de que dos rivales de la misma división compartan un estadio. Además, complica aún más la situación de la NFL en el sur de California, ya que ahora hay sobre la mesa tres planes para construir estadios.
"No existe razón alguna para creer que habrá tres equipos que se muden ahí. No hay siquiera razón para creer que un equipo lo hará, pues estos no son acuerdos formales", indicó Victor Matheson, especialista en economía del deporte, quien imparte cátedra en el College of the Holy Cross en Massachusetts. El grupo de Kroenke quiere construir un estadio en el lugar donde estaba ubicado el hipódromo Hollywood Park, en Inglewood, apenas a unos 16 kilómetros (10 millas) de Carson.
Otro plan contempla un estadio en el centro de Los Angeles. Ese estadio, conocido como Farmers Field, hasta hace poco era el candidato favorito para conseguir un equipo de la NFL, pero ahora parece pasar al fondo de la lista ya que no tiene a ninguna franquicia de su lado. La NFL envió un memorando este mes a los equipos, recordándoles que la liga será la que tome cualquier decisión sobre una mudanza al sur de California, y creó un comité de dueños para analizar las alternativas.
El comunicado de Chargers y Raiders indicó que ambos respetarán y acatarán las normas que la liga disponga.
Los equipos señalaron que planean trabajar de buena fe durante 2015 a fin de lograr nuevos acuerdos para permanecer en sus sedes actuales, donde los dos se encuentran en contratos de alquiler renovables por un solo año, y han buscado una financiación pública que les ha resultado difícil obtener.
Las negociaciones de los Chargers con el ayuntamiento de San Diego para reemplazar el Qualcomm Stadium de casi 50 años han sido cada vez más conflictivas.
El alcalde Kevin Faulconer designó a principios de este mes a un grupo de asesores que recomiende un lugar y un plan de financiación para un nuevo estadio que pueda incorporarse a una votación en noviembre de 2016. Pero el abogado de los Chargers, Mark Fabiani, dijo al grupo que esa quizá no sería una solución públicamente aceptable al problema y les advirtió sobre el uso del equipo como ventaja política.
Adam Day, que está al frente del grupo designado por el alcalde, dijo que el nuevo plan les llegó como "toda una sorpresa". "Si bien resulta decepcionante enterarnos que los Chargers siguen adelante con sus planes en Los Angeles, nosotros seguiremos comprometidos a encontrar una solución en San Diego", declaró Day en un comunicado.
La casa de los Raiders, el Coliseo de Oakland, es todavía más antiguo y presenta problemas de drenaje y electricidad. Es ahora el único estadio en Estado Unidos que se usa como sede de un equipo de la NFL y uno de Grandes Ligas, los Atléticos. Los Raiders quieren construir un nuevo estadio en el lugar pero el diálogo con las autoridades de la ciudad ha tenido pocos avances.
AP