La tercera pelea entre Brandon Ríos y Mike Alvarado no fue la guerra que se esperaba, fue una paliza. Ríos logró el triunfo que necesitaba para volver a las grandes ligas del pugilismo luego de apalear durante tres episodios a un Alvarado desconocido, sirviendo más de costal que de enemigo.
La escena fue en el 1stBank Center de Bloomfield, Colorado, ante casi 6 mil fanáticos. "Fue mi mejor pelea", dijo 'Bam Bam' al término de la contienda. Ríos golpeó a Alvarado a placer desde que sonó la primera campana y hasta que el réferi y el médico ya no lo dejaron salir para el cuarto episodio, luego de haber sido enviado a la lona en el tercero y haber perdido, según dijo, el enfoque en su visibilidad.
Brandon salió inspirado y con el hambre que había prometido a acabar con Mike. Le conectó Ríos 120 golpes por apenas 20 de Alvarado. El arsenal de golpes y la condición física que mostró Brandon, entrenado por Robert García, simplemente borraron del mapa a Alvarado, que perdió por cuarta vez en sus últimas cinco salidas al ring, tres de ellas consecutivas.
A Mike se le vio lento y sin la bravura para responder al castigo que siempre le endilgó Brandon, lo cual aprovechó Ríos, ataviado en ropa con los colores de México, para atacarle a placer.
Conforme avanzó el combate, el rostro de Alvarado simplemente fue el reflejo de lo que estaba pasando en el ring, con los pómulos inflamados y sangrando de la nariz regresaba a su esquina Mike sin tener respuestas a la calidad que estaba mostrando Brandon.
Fue así como Brandon puso fin al 'Último Capítulo'. Finalmente se llevó la serie en la trilogía al haber ganado la primera y tercera peleas, pero, más importante aún, logró el triunfo que necesitaba para volver a la escena estelar del pugilismo. De 28 años, Brandon mejoró su récord profesional a 33 victorias, dos derrotas y un empate con 24 nocauts, mientras que Alvarado, de 34 años, se quedó con 34 victorias, cuatro reveses y 23 nocauts.
Al final de la paliza, Ríos se dijo listo para cualquier enemigo, y nombró a Ruslan Provodnikov y Víctor Ortiz en el camino, pero igual se le podría ver contra Tim Bradley o Lucas Matthysse en el camino, porque se ha ganado su vuelta a la gran carpa del pugilismo.
Por Salvador Rodríguez ESPNDeportes.com