El exreceptor de los Yankees, el boricua Jorge Posada, está demandando a sus exasesores financieros bajo el argumento de que se adueñaron de hasta $11 millones suyos durante varios años.
Según Vice Sports, Posada y su esposa Laura están demandando a Collar y Fernández de la firma Quantum Ventures, LLC, porque entienden que los señalados mal administraron unos fondos que resultó en una pérdida de $11.2 millones, según se desprende del archivo del recurso sometido en el condado de Miami-Dade que fue obtenido por esta fuente.
Además, según Vice Sports, Posada no es el único jugador en señalar a Collar y Fernández. En demandas por separado, el exlanzador cubano de los Yankees, de los White Sox de Chicago y de los Filis de Filadelfia, José Contreras, también sometió una demanda similar contra la firma financiera.
Según la demanda de Contreras, los abogados del lanzador cubano alegan que su cliente perdió $2.4 millones por inversiones de Quantum.
Posada y Contreras alegan que no se dieron cuenta de malos manejos y dicen que nunca autorizaron las inversiones con riesgo realizadas por Collar y Fernández. Posada descubrió el fraude luego de haber contratado a un contable independiente para que hiciera una auditoria de las finanzas.
El exreceptor dejó de ser cliente de Collar y Fernandez en el 2010. La firma comenzó a trabajar las finanzas de Posada en el 1999. El alegado fraude gira alrededor de negocios hechos en bienes raíces.
De acuerdo a lo que dijo el abogado de Posada, Barry Lax, a Vice Sports, “los detalles del fraude están centrados en unos sombríos acuerdo en bienes raíces en el 2005. Sunset Trails LLC, que era administrado por Collar y Fernández, compró unos terrenos por $13.5 millones un día después de que Southern Acres los habías adquirido por $8.4 millones.
Quantum dio $3 millones de Posada a Sunset Trails, pero el expelotero no tenía porcentajes directos sobre la tierra comprada, la que iba dirigida a desarrollar un centro de ecuestre dirigido a una comunidad adinerada. "De todo esos detalles, yo nunca escuché nada. Me quedo boquiabierto”.
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