Foto por Chris Farina/ Top Rank
Hay cosas raras en el boxeo, sospechosas; sin embargo, quizás algunas no sean producto de la manipulación del jurado a que acostumbra el promotaje de hoy, sino hijas de la incapacidad de los oficiales que, mal preparados, actúan en la velada.
Anoche ofició un referí en la pelea que perdió Javier Rodríguez contra el canadiense Zsolt Daranyi jr, que lució peor que un colegial: casi en su cara, al apodado Finito lo tiraron con una derecha corta y contundente, pero el tipo decidió no aplicarle knockdown; un round antes, el perdedor cayó por efecto de golpes y de un halón del europeo naturalizado en Canadá, poco después paró el pleito, que pudo detenerlo desde el 2do, por el castigo que el promotedor Daranyi le infrigió a Rodríguez, que no tuvo respuesta y nadie se hubiera puesto bravo.
Después el pleito entre Jayson Vélez, de Puerto Rico, contra el ruso-mexicano Evegni Gradovich por la faja feather de la FIB. Todos las peleas apretadas parecen tablas, por lo general, el público sale complacido cada vez que se decreta empate en batallas en las que los pugilistas se extreman y echan el resto, algunos dijeron que este pleito concluyó así; sin embargo, yo vi ganar al ruso, pero lo inaceptable fue la anotación judicial, porque ¿Cómo fue posible que un juez viera ganar a Gradovich 117-111 y otro al boricua 115-113? Este último ¿Qué pelea vio?.
El 3er oficial la dio 114-114. En el 6to capítulo, una derecha en swing enviaba a Vélez a la lona, pero el referí impidió que siguiera viaje a la profundidad sujetándole el brazo izquierdo ¿Es legal, útil, honesto emplear a 3eros sobre el cuadrilátero que sean capaces de cometer semejante violación ética?.
Terrence Crawford es un peleador de la “vieja escuela”, recuerda a los boxeadores de clase y personalidad que forman parte imborrable de la historia clásica del boxeo, como Gil Turner, como Gavilán, como Saxton, como Ike Williams; gladiadores elegantes, cautos, de manos arriba, fríos y calculadores…Crawford no concede por la influencia de la payasería decadente que Alí impuso y que se ha convertido en rutina de gran demanda y pobre comportamiento en cuanto al respeto al contrario, al público y a la disciplina.
Foto por Chris Farina/ Top Rank
Con habilidades defensivas notables, boxeando bien contra las sogas, caminando el ring como se debe, con dominio del sidestep para escabullirse del vendaval que nunca llegó y jabeando con precisión, golpe que le puso en mal estado el pómulo izquierdo al bravo mexicano Ray Beltrán, que hizo lo que pudo y llegó con relativa fuerza un par de veces a la cara del victimario de Gamboa, así, de esa forma, ganó el campeón que retuvo anoche.
El mexicano radicado en California hizo los 12 rounds como fajador, pero fue superado ampliamente en astucia y serenidad. Hasta el 6to, la pelea fue complicada para el nativo de Omaha, después de este round, levantó las acciones y culminó con total dominio de la situación, con más aire, con más determinación y con más fuerza, si cabe, que durante la primera parte del combate.
La velada fue en Omaha, Nebraska, el starbout Crawford-Beltran por la faja ligera de la OMB, sin embargo, el visitante subió con 147 libras, peso welter y el ganador con 153, superwelter, cosas de los tiempos, tan curiosas como peligrosas. Durante una de las entrevistas, el campeón declaró que no tiene interés ni intención de moverse de division.
ANDRÉS PASCUAL / boxeomundial.com