Carolina – Rusney Castillo se integró ayer a Caguas y no se escapó del rito de iniciación de los Criollos. En medio de una sesión de estiramientos previo al partido ante Carolina, los jugadores de los Criollos alentaron al jardinero cubano a bailar al son de la canción ‘La Cafetera’.
En medio del vacilón, Castillo se ubicó en el centro y, sin otra alternativa, bailó con una sonrisa. Fue así que los jugadores cagüeños le dieron la bienvenida al cubano, tres horas después de su arribo a la Isla.
“Me puso contento”, dijo Castillo sobre la iniciación. “Es algo tradicional que ellos tienen y es normal. Cada equipo tiene su estilo de hacerlo con la música y el baile”.
Castillo llega a la liga invernal con grandes credenciales. En agosto pasado se convirtió en el desertor cubano mejor pagado en la historia de las Grandes Ligas al pactar un contrato de $72.5 millones y siete años con los Medias Rojas de Boston. Superó las anteriores contrataciones de sus compatriotas José Abreu (Medias Blancas, $68 millones); Yasiel Puig (Dodgers, $42 millones) y Yoenis Céspedes (Atléticos, $36 millones).
BUEN DEBUT
Considerado un jugador con las cinco herramientas (bateo de poder y contacto, velocidad, fildeo y brazo), Castillo, de 27 años, debutó con las Medias Rojas en la parte final de la pasada temporada y demostró su talento al batear para .333 con dos jonrones y seis carreras remolcadas en apenas 10 juegos.
La organización de Boston interesó en que Castillo consumiera más turnos en el invierno y acordó con Caguas su participación. Originalmente, el cubano estaba supuesto a debutar a principios de noviembre, pero una lesión en el dedo pulgar de la mano derecha en la Arizona Fall League atrasó su llegada. Castillo, finalmente, arribó ayer y debutará la próxima semana. Estará defendiendo el jardín central y el derecho, y ocupando el primer turno en la alineación, hasta sumar alrededor de 100 turnos.
“Doy gracias al equipo por darme la bienvenida. Vengo a ayudar al equipo como lo he hecho en todos los equipos que he estado. Vengo a dar lo mejor de mí en el terreno”, dijo Castillo al asegurar que llegó saludable del dedo. “Me siento bien de la lesión. Me siento bien preparado para jugar en la liga del invierno”, afirmó. Castillo no ha sido el único desertor cubano millonario que ha venido a jugar a la Isla. Hace dos temporadas,
Puig lo hizo con los Indios de Mayagüez. “He hablado con unas cuantas personas y me dicen que la liga es buena. Vengo a hacer lo mío; lo mismo que he hecho hasta ahora”. Castillo es natural de Ciego de Ávila. Allí se desarrolló como pelotero y militó con la novena de esa provincia en la Serie Nacional, convirtiéndose en uno de los mejores jardineros. Representó a Cuba en la Copa Mundial de Panamá en el 2011 y causó sensación al terminar como líder de bateo con promedio de .512 con dos cuandrangulares en 10 partidos.
En el 2013, Castillo no fue incluido al plantel que participó en la tercera edición del Clásico Mundial de Béisbol. Posteriormente, trascendió que el jugador había sido suspendido por violar “el código de ética del béisbol revolucionario”, lo que se interpretó como un intento frustrado de escape. A partir de ese momento, Castillo no volvió a vestir el uniforme nacional. Diversos medios han informado que el Gobierno no le quitó el ojo a Castillo para evitar una posible deserción. Pero ese momento se produjo a finales de diciembre de 2013.
Castillo salió de su país y estableció residencia en Haití por siete meses, antes de conseguir los documentos para viajar a Estados Unidos y exhibir ante las 30 organizaciones de las Mayores. Ayer, Castillo declinó hablar de su salida de Cuba. Sí admitió el cambio de su vida en el último año. Una nueva vida “La vida ha cambiado gracias al esfuerzo que he hecho y al apoyo de mi familia y compañeros.
Solo trataré de hacer el mismo trabajo que he hecho para seguir obteniendo resultados”, dijo Castillo al afirmar que nunca pensó convertirse en el desertor cubano mejor pagado. “Nunca pensé que iba a ser el mejor pagado. Esto me ha cambiado y estoy contento por eso”, agregó. Los millones de dólares siguen lloviendo para los desertores cubanos en las Mayores.
En pasados días, Yasmany Tomás acordó un contrato de $68 millones con los Diamondbacks de Arizona. A Castillo no le sorprende. “Es bueno que el cubano venga a jugar y se mida con los mejores. En Cuba, hay un buen nivel y el atleta cubano busca siempre medirse con lo más alto. Siempre que un cubano pueda venir, mis felicitaciones para él”. Castillo está proyectado para iniciar la campaña en las Mayores en el jardín central. Y formará parte de una plantilla sólida, que recién sumó a Pablo Sandoval y Hanley Ramírez.
Las expectativas con la edición 2015 de Boston son elevadas. Y también son altas con Castillo por el dinero invertido en su contratación. ¿Hay presión o no? “Nunca hay presión. No está en mi mente. La presión no significa nada. Lo mío es jugar la pelota de forma relajada, como decimos nosotros los cubanos, en una discoteca”, contestó Castillo, esperando con ansías los campos primaverales para conocer personalmente a Sandoval y Ramírez. “Estoy contento con el equipo de Boston. No los conozco personalmente, pero algún día los conoceré, ya que ahora estamos en el mismo equipo. Me gusta mucho el equipo”, dijo Castillo.
En tanto, el gerente general y dirigente de los Criollos, Álex Cora manifestó que “todos hemos escuchado del talento de Rusney. Lleva un tiempo sin jugar y lo llevaremos con calma en el principio. Esperamos que el miércoles o jueves de la próxima semana esté debutando. Es un jugador que nos da otra dimensión en los jardines”.
Por Carlos Rosa Rosa / elnuevodia.com