Con la celebración de la penúltima prueba del Circuito Mundial, desde hoy y hasta el próximo día 23, Portugal refuerza su estatuto de la "California europea" del surf, deporte que atrae cada año a la costa lusa a miles de turistas británicos, franceses, escandinavos, alemanes y españoles.
Peniche, una pequeña localidad costera a unos 100 kilómetros al norte de Lisboa, será las próximas semanas un reclamo mundial de esta modalidad de alto voltaje gracias a la participación de estrellas como el brasileño Gabriel Medina, el estadounidense Kelly Slater y los australianos Mick Fanning y Joel Parkinson.
Pero no solo Peniche será destino de los fanáticos del surf llegados de varios puntos del planeta, ya que la costa portuguesa cuenta con otras playas ya famosas mundialmente, como la de Nazaré, donde el surfista hawaiano Garrett McNamara navegó una ola de 30 metros en el 2011, o las de Cascais.
En este balneario luso a 25 kilómetros de Lisboa se sitúa la playa de Guincho, conocida por su embravecido mar y por acoger varias competiciones internacionales de surf, como la Cascais Women's Pro o la Billabong Pro masculina. Hasta el alcalde de Cascais, Carlos Carreiras, es un entusiasta defensor de la práctica de la modalidad, a la que considera "estratégica" para su ciudad. "No solamente por el impacto turístico, sino también por la imagen que se transmite al mundo, de belleza natural y destino sostenible", dijo a Efe el responsable municipal.
En Cascais, un destino ya clásico entre los turistas extranjeros, "hay un mercado que vive gracias al surf, lo que también contribuye a crear empleo, algo muy necesario en Portugal", agregó. Según cálculos de la Asociación Nacional de Surfistas lusos, los practicantes de este deporte suponen una aportación importante para el sector turístico de Portugal, -se calcula que unos 400 millones de euros-, principalmente fuera de la temporada de verano.
En la misma línea se expresó el presidente de Turismo de Portugal, Joao Cotrim de Figueiredo, quien aseguró, en declaraciones a EFE, que su país tiene "las mejores olas de Europa". No en vano, playas como las de Ericeira, una pequeña localidad a 50 kilómetros el norte de Lisboa, ya fue premiada por la prestigios organización "Save The Waves" por la calidad de sus olas.
"Es importante reforzar la asociación entre Portugal y surf, porque así también se relaciona con la naturaleza y la estética", razonó Cotrim de Figueiredo. Con sus más de 1.000 kilómetros de extensión y ya conocida como la "California europea" por ser meca del surf en el Viejo Continente,
Portugal atrae "tanto practicantes como no practicantes de este deporte", aseguró el máximo responsable del turismo en el país. Apenas en Peniche, se dieron cita unas 135.000 personas en 2013 durante la prueba del Circuito Mundial.
La mayoría fueron portugueses, aunque cerca de un 30 % llegaron del extranjero, principalmente de España, Alemania, Reino Unido y Francia, según datos del estudio "Impacto del Rip Curl Pro Portugal 2013".
El acontecimiento generó además el año pasado unos ingresos de 7,8 millones de euros, una cantidad similar a la de 2012. Sea invierno o verano, las olas están casi garantizadas en la costa Atlántica de Portugal, tanto que a finales de 2012 el propio Turismo de Portugal lanzó una sorprendente campaña que retaba a los intrépidos practicantes de este deporte. Si durante tres días seguidos los surfistas no encontraban buenas olas por culpa de un mar demasiado tranquilo, se les reembolsaba tanto el hospedaje como el vuelo.
EFE
