La ausencia del puertorriqueño Yadier Molina en la alineación de los Cardenales de San Luis para el tercer partido de la serie de campeonato de la Liga Nacional ayer, irónicamente surgió luego de que lograra dos hitos en el partido del domingo que hablan de su valía para el equipo cuando está detrás del plato. Y es que al ausentarse del juego de ayer, el receptor boricua dejó en 83 el total de partidos consecutivos de postemporada en que ha visto acción detrás del plato, un récord para un catcher en la historia de las Mayores.
El otro logro, es que justo antes de salir de juego el domingo al lastimarse un músculo del costado izquierdo, conectó su imparable número 89 en juegos de playoffs. Ese total de hits, lo colocó como el mayor productor de imparables de la franquicia de San Luis en la postemporada, rebasando nada menos que al dominicano Albert Pujols.
Antes de iniciar la racha de juegos seguidos detrás del plato en postemporada, Molina tomó el pase de batón nada menos que de su actual dirigente Mike Matheny, quien estuvo en su posición para el tercer partido de la Serie Mundial de 2004 contra Boston.
Desde entonces, el menor de los hermanos Molina se adueñó del plato. Esos 83 juegos al hilo no solo son un récord para un receptor, sino que representan la racha más larga entre los peloteros activos en las Grandes Ligas en estos momentos, tras el retiro de Derek Jeter, según reportó ESPN.
Entre los catchers, Molina superó nada menos que a su compatriota y exreceptor de los Yankees, Jorge Posada, quien recibió 68 partidos consecutivos de playoffs entre 1999 y 2005.
Ayer Prensa Asociada, al reportar sobre la salida del 'lineup' del puertorriqueño resaltó que Molina es probablemente el jugador más importante de los Cardenales por su habilidad con el bate, su manejo de los lanzadores y su capacidad para evitar el robo de bases.
El veterano A.J. Pierzynski abrió ayer el juego en su lugar, a pesar de que no jugó en la serie divisional. Matheny indicó que no hay riesgo de que Molina empeore de su lesión si juega, pero tiene bastante dolor en el costado.
El boricua todavía no puede batear, pero se llegó a considerar la posibilidad de utilizarlo como suplente en defensa si se sentía bien después del calentamiento antes del partido de ayer. "Sabemos que él va a dar el esfuerzo extra si puede", señaló el dirigente a Prensa Asociada. "Mientras no corramos el riesgo de que se lastime más, vamos a permitirle que siga".
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