El Real Madrid llega al Clásico con una nueva goleada. La amplitud y riqueza de la plantilla que tiene Ancelotti también le da para ganar partidos sin la versión más atlética. El técnico dejó en Madrid a Benzema y en el banquillo a Bale. La filosofía del equipo cambió al toque, la pausa y la paciencia con la pelota. El Real Madrid no ganó al Levante como nos tiene acostumbrado. No le hizo falta ser un equipo vertical y explosivo para ir superando a un rival sin nervio y energías para la presión.
Solo en la segunda parte, con el rival desmoralizado, e Isco agigantado se animó a contragolpear. El Real Madrid ‘sin’, el que no tuvo a los atletas Bale y Benzema, construyó la victoria en la posesión y el control de la pelota de Isco, Kroos, Modric y James. Estos cuatros futbolistas ocuparon la zona ancha del centro del campo, con Carvajal por el carril derecho y Marcelo, por el izquierdo, y trazaron el juego que le convenía en cada momento al partido. No hicieron falta los desmarques de ruptura de Cristiano Ronaldo.
El portugués tuvo un partido de los que le gustan a sus entrenador después de la paliza que se dio en Dinamarca con Portugal. Cristiano, bien rodeado de tantos buenos peloteros, y acompañado en la punta de ataque por Chicharito, administró sus energías. Lo que viene a partir de ahora son puertos de primera categoría (Liverpool y Barcelona).
Pero el portugués fue el único que no descansó del trío de atletas porque es un seguro de gol tenerlo en el campo, aunque tenga que jugar a menos revoluciones. Chicharito, Modric y James fueron los tres hombres que desequilibraron el encuentro. El delantero mexicano provocó el penalti del primer gol, que transformó Cristiano Ronaldo.
Era el minuto 11 cuando el Real Madrid intercambiaba pases de un lado a otro, trazaba paredes y un pase en profundidad lo aprovechó Chicharito para meter la pierna, llevarse le balón, y caer al suelo derribado por una patada de Juanfran. El defensa del Levante llegó tarde.
El partido se le puso en ventaja al equipo de Ancelotti sin apenas haberse vuelto loco. No le hizo falta porque el Levante no inquietaba. El equipo de Mendilibar llegó poco a la portería de Casillas en la primera parte. Demasiado conservador. En una de esas contadas acciones pudo haber empatado. Fue en una jugada, en el minuto 35, en la que Marcelo despeja un balón y casi lo introduce en su portería.
La acción significó un córner para los levantinos. Lo remató con comodidad Camarasa y la pelota la sacó Modric de la línea de gol. Evitó el empate. El croata salvó un gol y diez minutos después pudo hacer el segundo tanto con un buen disparo desde la frontal del área que desvió Diego Mariño. El Real Madrid volvió a coger el control del partido, a cercar el área del Levante y otro buen centro de James, preciso, lo remató de cabeza Chicharito para hacer el segundo. James mostró la calidad que tiene su pierna izquierda, tocando, pasando y poniendo balones al área.
Como le gustan a los buenos rematadores. Es el caso de Chicharito. Con la pierna izquierda del colombiano, la derecha de Modric, el talento de Isco y la claridad de Kroos, el Real Madrid se zampó al Levante. El guión no cambió en la segunda parte. Isco, ominepresente, participó en la elaboración, rompió entre líneas, filtró pases a los delanteros y disparó desde lejos. A Cristiano le dio un excelente pase, el portugés lo empujó y Diego Mariño realizó una gran intervención. Un minuto después, el malagueño probó desde fuera y Mariño desvió un balón ajustado. Fueron los mejores momentos de Isco, un futbolista que hace cosas distintas. No paró.
En el minuto 60 cogió una pelota cerca del área de Iker, se fue corriendo arriba, llamó al contraataque, al que siempre acude Cristiano Ronaldo, le envió la pelota y el portugués, en su especialidad, definió eliminando a dos jugadores. Hizo el tercero.
El Levante bajó los brazos, no reaccionó y el Real Madrid siguió a lo suyo. Con un sencillo pase por arriba de Kroos superó a la defensa y conectó con James, que solo ante el portero, acertó a definir y poner el cuarto. La goleada pudo ser mayor si Modric mete una ocasión clara con la portería vacía. El que no falló fue Isco, que lo hizo todo bien, y recibió el premio del gol en el minuto 82. Otra manita y ahora el Clásico.
Por Ulises Sánchez-Flor
